Martin Ricker Reymann, del Instituto de Biología de la UNAM, aseguró que en la actualidad sólo se tiene el 33.3 por ciento de suelo boscoso
La ganadería y la agricultura, así como los problemas en la tenencia de la tierra, son algunas causas que han provocado la merma de zonas arbóreas en el país, dijo
Estas áreas han sido desaprovechadas por motivos históricos y políticos, así como por una falta de cultura en su manejo, indicó
El énfasis en la producción ganadera y agrícola, los problemas en la tenencia de la tierra y los bajos precios de la madera, entre otros factores, han provocado la pérdida de la tercera parte de la riqueza forestal del país, aseveró el especialista en botánica del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Martin Ricker Reymann.
Siglos atrás, refirió el especialista, alrededor del 52 por ciento del territorio nacional era boscoso, con gran diversidad, mientras que en la actualidad, de acuerdo con el inventario forestal, sólo se tiene el 33.3 por ciento de suelos en esta categoría.
El biólogo de origen alemán, consideró que estas áreas han sido desaprovechadas por motivos históricos y políticos, así como por una falta de cultura en su manejo. Ello ha provocado que las importaciones de productos derivados de este sector sean casi cuatro veces mayores que las exportaciones.
Sin embargo, aseguró que sólo el 2.3 por ciento de la superficie de México sería suficiente para conservar las casi 850 especies arbóreas nativas, a través de una red de reserva estratégica. “En un área relativamente pequeña, donde nadie toca nada, eso sería bastante eficiente”.
De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (CONEFOR) y su Sistema Nacional de Información Forestal, la producción forestal maderable nacional en 2004 fue de 4 millones 64 mil 914 metros cúbicos de madera en rollo.
El sector forestal mexicano maderero se sustenta en cuatro subsectores: el capítulo de papel, cartón y manufacturas forestales que absorben el 49.2 por ciento de las exportaciones; el de madera, carbón y manufacturas de madera, 17.3; muebles de madera, 16.9, y productos editoriales y manuscritos, el 14.7 por ciento.
Los 20 países destino de las ventas en este sector (entre ellos EU, Costa Rica, Guatemala, Venezuela, Colombia, El Salvador, Puerto Rico, España, Panamá, Chile, Canadá, República Dominicana, Honduras, Perú, Cuba, Nicaragua, Reino Unido, Alemania, Emiratos Árabes Unidos y Ecuador) representan el 98.2 por ciento del total.
Pese a ser rica en diversidad, precisó Ricker, la nación ha visto mermadas sus zonas arboladas por la ganadería, con pastizales deforestados, usada como sector económico de desarrollo rural. “Por décadas se consideró que el bosque era un obstáculo, no una oportunidad para el progreso”.
No obstante, el IB realiza desde hace años un nuevo listado sobre las variedades mexicanas, pues el existente data de unas siete décadas atrás y reconoce aproximadamente cinco mil 700 tipos de vegetación, pero algunas de ellas cambiaron de denominación y se encontraron otras nuevas, detalló.
Tras enfatizar que en el país está abandonado el sector forestal, mientras que en otras latitudes se aprovecha con plantaciones de monocultivos, manifestó que los bosques y las selvas son fundamentales como mecanismos de oxigenación para el planeta.
Además, dijo que esas áreas ayudan a la captura de agua natural, a evitar la erosión, a conservar la vida silvestre y a fomentar la diversidad de árboles y arbustos.
“Vale la pena hacer una investigación en este rubro, un trabajo para la optimización de recursos y asegurar de manera permanente, por medio de reservas, toda la riqueza arbórea”, concluyó.
La ganadería y la agricultura, así como los problemas en la tenencia de la tierra, son algunas causas que han provocado la merma de zonas arbóreas en el país, dijo
Estas áreas han sido desaprovechadas por motivos históricos y políticos, así como por una falta de cultura en su manejo, indicó
El énfasis en la producción ganadera y agrícola, los problemas en la tenencia de la tierra y los bajos precios de la madera, entre otros factores, han provocado la pérdida de la tercera parte de la riqueza forestal del país, aseveró el especialista en botánica del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Martin Ricker Reymann.
Siglos atrás, refirió el especialista, alrededor del 52 por ciento del territorio nacional era boscoso, con gran diversidad, mientras que en la actualidad, de acuerdo con el inventario forestal, sólo se tiene el 33.3 por ciento de suelos en esta categoría.
El biólogo de origen alemán, consideró que estas áreas han sido desaprovechadas por motivos históricos y políticos, así como por una falta de cultura en su manejo. Ello ha provocado que las importaciones de productos derivados de este sector sean casi cuatro veces mayores que las exportaciones.
Sin embargo, aseguró que sólo el 2.3 por ciento de la superficie de México sería suficiente para conservar las casi 850 especies arbóreas nativas, a través de una red de reserva estratégica. “En un área relativamente pequeña, donde nadie toca nada, eso sería bastante eficiente”.
De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (CONEFOR) y su Sistema Nacional de Información Forestal, la producción forestal maderable nacional en 2004 fue de 4 millones 64 mil 914 metros cúbicos de madera en rollo.
El sector forestal mexicano maderero se sustenta en cuatro subsectores: el capítulo de papel, cartón y manufacturas forestales que absorben el 49.2 por ciento de las exportaciones; el de madera, carbón y manufacturas de madera, 17.3; muebles de madera, 16.9, y productos editoriales y manuscritos, el 14.7 por ciento.
Los 20 países destino de las ventas en este sector (entre ellos EU, Costa Rica, Guatemala, Venezuela, Colombia, El Salvador, Puerto Rico, España, Panamá, Chile, Canadá, República Dominicana, Honduras, Perú, Cuba, Nicaragua, Reino Unido, Alemania, Emiratos Árabes Unidos y Ecuador) representan el 98.2 por ciento del total.
Pese a ser rica en diversidad, precisó Ricker, la nación ha visto mermadas sus zonas arboladas por la ganadería, con pastizales deforestados, usada como sector económico de desarrollo rural. “Por décadas se consideró que el bosque era un obstáculo, no una oportunidad para el progreso”.
No obstante, el IB realiza desde hace años un nuevo listado sobre las variedades mexicanas, pues el existente data de unas siete décadas atrás y reconoce aproximadamente cinco mil 700 tipos de vegetación, pero algunas de ellas cambiaron de denominación y se encontraron otras nuevas, detalló.
Tras enfatizar que en el país está abandonado el sector forestal, mientras que en otras latitudes se aprovecha con plantaciones de monocultivos, manifestó que los bosques y las selvas son fundamentales como mecanismos de oxigenación para el planeta.
Además, dijo que esas áreas ayudan a la captura de agua natural, a evitar la erosión, a conservar la vida silvestre y a fomentar la diversidad de árboles y arbustos.
“Vale la pena hacer una investigación en este rubro, un trabajo para la optimización de recursos y asegurar de manera permanente, por medio de reservas, toda la riqueza arbórea”, concluyó.
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