Como parte de un proyecto de investigación encaminado a mejorar la calidad de vida (autoestima, seguridad e interacción social) de personas que por algún accidente o patología han perdido el órgano visual, investigadora del Instituto Politécnico Nacional trabaja en el diseño y adaptación de prótesis oculares elaboradas a la medida de las necesidades de los pacientes.
La catedrática e investigadora del Centro Interdisciplinario de Ciencias de
“Las cavidades oculares de las personas que han perdido el órgano de la visión varían mucho, pues de acuerdo con el factor que haya dado origen a la extirpación del ojo, es el tipo de cirugía que se les practica; entonces dependiendo de eso se tiene que diseñar la prótesis a la medida, porque hay personas que tienen los músculos intactos, otros a los que se les realizó una extirpación parcial o total del globo ocular”, explicó.
La doctora Díaz Enciso refirió que el proyecto surgió a partir de la materia de Oftálmica III, la cual forma parte del plan de estudios de la licenciatura en Optometría. “Cuando iniciamos el proyecto no sospechamos que llegaríamos hasta donde lo hemos hecho, porque inicialmente la idea era elaborar material didáctico, pero conforme avanzó el proyecto surgieron situaciones que nos condujeron a la adaptación de las prótesis de aproximadamente 20 pacientes, quienes formaron parte del protocolo de investigación”, sostuvo.
Resaltó que los pacientes beneficiados con las prótesis elaboradas a mano, acudieron a recibir atención a
La investigadora detalló que el primer paso para hacer las prótesis es tomar una impresión de la cavidad orbitaria del paciente. “Para tomar la impresión usamos una película plástica denominada alginato, la cual se inyecta al paciente con una jeringa hipodérmica y una cucharilla porta impresión; ya que se tiene el molde de alginato se imprime en yeso y ya fraguado, se retira para modelar la prótesis en cera”, manifestó.
La especialista del Politécnico indicó que cuando el modelo en cera está listo, se prueba al paciente para hacer los ajustes necesarios, además de marcar la posición y tamaño de la pupila y el iris con pinturas especiales, acordes al color natural del paciente.
“Después se elabora el molde de cera en yeso, para rellenarlo de polimetilmetacrilato e integrarle la córnea y el iris, que fueron previamente elaborados; éste molde se coloca en un recipiente denominado mufla y se hornea a 135 grados centígrados por 40 minutos y se deja enfriar y se desmolda para pulirla hasta lograr una superficie brillante; finalmente se pintan los vasos sanguíneos y la conjuntiva para cubrirla con fijador”, precisó.
Comentó que la prótesis se lava perfectamente y se le aplican unas gotas de lubricante ocular antes de colocarla al paciente. “Indicamos al paciente la técnica de colocación y las medidas higiénicas que debe tener antes de colocarla todos los días, a fin de evitar infecciones”, acotó.
Finalmente, la doctora María Elena Díaz Enciso refirió que la segunda parte del proyecto de investigación consistirá en evaluar con el apoyo de especialistas del área de psicología del Centro Interdisciplinario de Ciencias de
Créditos: Instituto Politécnico Nacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario