lunes, 4 de febrero de 2008

EXISTE SENSIBILIDAD AL DOLOR DESDE LOS SEIS MESES DE GESTACIÓN

La percepción del dolor inicia desde la semana 26 de gestación y puede provocar serias repercusiones psicológicas, de acuerdo a estudios avanzados que miden las actividades de la corteza cerebral de los neonatos, aseguró Carlos Marín Moreno, Coordinador de la Clínica de Alivio y Tratamiento del Dolor del Hospital Universitario de Puebla.

Abundó que desde la séptima semana comienza la percepción de sensaciones periorales alrededor de la boca y posteriormente a partir de la onceava semana en manos y pies, llegando a tener una integración total de las vías completas del dolor a partir de la semana 26, lo que demuestra que es falsa la afirmación de que un bebé no siente dolor.

Marín Moreno comentó que hay un intento de legislación en Inglaterra, país donde está permitido el aborto antes de la semana 26, en donde se ha iniciado una discusión ética legal en la que se exige anestesien al producto que va a ser eliminado.

Dijo que de acuerdo a estudios en dolor crónico y agudo en infantes, pacientes que han soportado dolor constante desde la primera infancia, son niños huidizos, con baja autoestima, miedos, distraídos o con tendencias depresivas y repercusiones graves en el aspecto psicológico a largo plazo.

Reconoció que el dolor en recién nacidos se infiere, es decir se puede detectar de acuerdo a las actitudes del bebé ante el medio ambiente, pues sabemos que está bien si come, duerme y tiene una actitud tranquila; pero el exceso de llanto, posición e incomodidad se debe inferir, pues pueden ser indicadores de dolor.

“El sufrimiento fetal se maneja en situaciones de estrés debido a la presencia de hormonas en la placenta como el cortisol, o la efedrina, que demuestran que el bebé no está bien dentro de su madre; ese estrés afecta al neonato, incluso a bebés prematuros, donde su sistema de integración para sensibilidad o dolor está completo y se observan repercusiones de dolor a largo plazo”, dijo.

El Académico explicó que en los partos se anestesia a la madre, no al bebé y se puede deducir que en el trance del nacimiento sienta dolor, principalmente si se utilizan herramientas como fórceps para inducir el parto.

Respecto al tan mencionado umbral de dolor, explicó que de acuerdo a creencias religiosas, edad e incluso raza, no hay una causa específica para soportar más o menos dolor, sino que aprendemos a manejarlo, según la cantidad que tenemos o a la que estamos acostumbrados.

“Inicialmente se sabe que una aguja punza y duele, ello va a provocar que a la siguiente no se dejen punzar para que no les duela y a la siguiente van a querer poner duro el músculo, para que traten que duela menos y así vamos aprendiendo a manejar nuestros estados de dolor”, indicó.

Agregó que hay pacientes que en la labor de parto tienen mucho dolor y hay otras que no tienen nada, para ello además influyen factores como las enseñanzas de una madre; “más que umbral del dolor es experiencia, aprender cómo manejar la cantidad de dolor que se presenta”, concluyó.

Fuente: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

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