PUBLICA LA ROYAL SOCIETY INVESTIGACIÓN DE LA UNAM

· Por primera vez, en la revista británica Biology Letters se reporta que especies diferentes de peces, tienen una conducta de acercamiento a través del contacto reproductivo

· El trabajo es de los investigadores Alejandra Valero Méndez y Constantito Macías García, del Instituto de Ecología, con la colaboración de Anne E. Magurran

La revista británica Biology Letters, perteneciente a la Royal Society, publicó un artículo de investigadores del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, en el que, por primera vez, se reporta que especies de peces, con familias y taxonomías diferentes, tienen una conducta de acercamiento a través del contacto reproductivo.

El trabajo Heterospecific Larassmet of native endangered fishes by invasive guppies in Mexico, de los especialistas Alejandra Valero Méndez y Constantito Macías García, junto con Anne E. Magurran, se puede consultar en la página de Internet de la revista.

En los últimos 50 años, explicó Alejandra Valero, se ha asentado en México un pez extranjero, versión silvestre, de nombre Poecilia Reticulata, mejor conocido como Guppy. Se trata de una especie sudamericana que se localiza con facilidad en los acuarios y es llamativo porque ha desarrollado colores vistosos y aletas grandes.

Se adaptó a este país, abundó, porque se ha comercializado como variedad llamativa de los acuaristas y se ha trasladado a otras naciones por que se cree que controla la población de mosquitos, que le sirven de alimento, aunque todavía no hay datos precisos al respecto.

No obstante, advirtió que la presencia de especies exóticas como ésta en los cuerpos de agua, podría generar consecuencias negativas para las de origen mexicano.

Se ha documentado en todo el mundo, argumentó Valero Méndez, que por lo regular las variedades exóticas han desarrollado la habilidad de competencia, que les permite establecerse con facilidad en cualquier otro territorio.

Especies exóticas y nativas interactúan y tienen todas las condiciones para que surja la competencia entre ambas y lo hacen por el alimento o por el espacio. Las primeras son exitosas en este proceso y se piensa que podrían desplazar a las segundas, con la consiguiente afectación.

Luego, la especialista en conducta animal detalló que el proyecto de investigación consistió en saber qué resultados provoca la presencia del Guppy –variedad invasora–, en la especie nativa mexicana denominada Skiffia Bilineata.

Los investigadores se interesaron en este pez mexicano, porque son similares al Guppy y viven en ambientes acuáticos iguales: espacios soleados, diversidad de plantas para refugio, se alimentan de microorganismos que están en el agua y de sedimentos.

En términos coloquiales, los machos Guppys son “máquinas sexuales”, todo el tiempo persiguen y cortejan a sus hembras o tratan de robarles la cópula. “Son activos sexualmente”. Por su parte, las hembras de las dos especies son parecidas.

Para conocer qué sucede cuando los machos Guppy se encuentran con las hembras Skiffia Bilineata, se realizó un experimento donde se conjuntaron ambas especies de los dos géneros.

Tras la observación del comportamiento de los machos Guppy, expuso, los resultados fueron sorprendentes. Se había predicho que mientras más hembras de su especie existieran en un lugar, menos se iban a distraer con las mexicanas, pero eso no sucedió.

La conducta fue notoria, informó. Sin importar la cantidad de hembras de su propia especie, los machos Guppy siguieron prestándoles atención a las hembras Skiffia Bilineata: las vieron, las siguieron, nadaron detrás de ellas e intentaron copular, esto es, se acercaron y buscaron realizar la transferencia de espermas, aunque no siempre lo lograron. Pero, aun cuando hubiera cópula, no se reproducirán porque son genéticamente incompatibles.

Una de las teorías publicada en la revista británica de por qué pasa esto, es debido a que la especie Guppy es sexualmente dimórfica. Significa que las hembras y machos son diferentes en algunos atributos: los segundos son pequeños, casi no crecen, tienen manchas de colores y aletas más vistosas. En cambio, las hembras son más grandes.

La bióloga reveló que otra explicación es que la similitud entre las hembras de ambas especies es tan grande, que podría ser suficiente para provocar la confusión.

Las Guppy, especificó, tienen el pedúnculo caudal ancho –parte que une al cuerpo con la cola–, mientras que el de las Skiffia es más estrecho. Esa diferencia produce una especie de ilusión óptica, por lo menos para el ojo humano. Con esta característica el pez mexicano se ve más abultado.

Al escoger pareja, agregó, para un Guppy es esencial el tamaño de la hembra a la que van a perseguir. Siempre se dirigen a las más grandes. Estas dos especies son vivíparas y las crías completan su desarrollo adentro de la hembra, por eso las preñadas se ven más gordas.

Así, refirió, con el pedúnculo caudal más estrecho las Skiffia se ven más fecundas, lo que podría ser la clave para explicar por qué los machos Guppys las persiguen, a pesar de ser de una especie diferente.

Más adelante, Valero Méndez señaló que el acoso entre especies distintas es posible, a pesar de que estén lejanamente emparentadas, como el caso de este estudio.

Por ello, expresó, otra conclusión o teoría obtenida es que el fenómeno del acoso heteroespecífico podría tener consecuencias negativas para la especie mexicana, porque con los intentos de cópula de los machos Guppys, pueden inhibir a las hembras Skiffia.

Los Poecilia Reticulata tratan de insertar el gonopodio –órgano que hace la transferencia de espermas–, en el cuerpo de la hembra, que tiene pequeños ganchos para desgarrar el tejido y provocar cierta inflamación que impide que el esperma salga de su organismo.

Con ello, dijo la experta, podrían aumentar las probabilidades de que ese macho que transfirió espermas sea el padre de todos los críos y que otros ejemplares no puedan trasladar el semen por lo menos hasta que desaparezca la inflamación de la hembra.

El problema es que en el caso de las especies mexicanas la reproducción es diferente. En ellos no existe un gonopodio, el proceso se realiza uniendo los poros genitales.

A través del túnel que se forma con la conjunción de estos orificios, se transfiere el esperma hacia el cuerpo de la hembra. Significa que las hembras mexicanas no están acostumbradas a que llegue un macho y trate de insertarles un órgano ni a que les desgarren los tejidos internos.

Como consecuencia, apuntó, este proceso sexual podría provocar efectos negativos en las nativas. Aún se desconoce si mueren o sólo se inhiben y no permiten ni el acercamiento de los machos de la propia especie.

Ello, alertó, propiciaría la no reproducción y, por tanto, el nulo crecimiento de la población y la disminución; en su caso, la desaparición.

Un resultado más, añadió, podría ser la transmisión de enfermedades a las especies mexicanas. Además, al competir por el alimento podrían reducir la disponibilidad de ciertos nutrientes y microorganismos que necesitan las nativas para desarrollarse.

La extinción dependería de qué tan severa sea la invasión. Las zonas del país donde han llegado los Guppys y se encuentran con las Skiffia, son: Guanajuato, Morelos, Jalisco, Michoacán, el Estado de México e Hidalgo. Todas las especies mexicanas se han estudiado en este laboratorio por muchos años, esto es, su distribución está limitada al altiplano de México.

Para evitar que los peces extranjeros lleguen a aguas mexicanas, Alejandra Valero recomendó que los Guppys adquiridos no sean llevados a los ríos o lagos más cercanos. Aún no se sabe cómo podría interferir en los ecosistemas una especie exótica que no se cría ni evoluciona en México.

La especie mexicana que se estudia en este artículo, puntualizó, es una de las 36 de goodeidos que existen en el país, el grupo taxonómico que comparten ciertas características morfológicas; son endémicos y sólo se encuentran en el territorio nacional. La mitad de ellos, están amenazados por la degradación del hábitat y la sobreexplotación, entre otras causas.

La Skiffia, está registrada en las listas de especies en peligro de extinción. Se trata de un grupo que evolucionó en aislamiento y por eso se ha diversificado.

Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)

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