martes, 1 de abril de 2008

ESTUDIAN EN LA UNAM LA BIOMETRÍA DEL IRIS PARA REVISIONES DE SEGURIDAD

  • Investigadores de la FES Cuautitlán analizan diferentes aplicaciones de la inteligencia computacional
  • Está dirigida a obtener y tomar medidas individuales para orientarlas a la utilización de tecnología digitalizada, con uso de modelos matemáticos o informáticos
  • Este proyecto, único en su tipo, lo encabeza el doctor Ángel López Gómez, y ya ha sido publicado en la revista Academic Research de la Universidad de Kielce, Polonia

Un grupo de investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, analiza diferentes aplicaciones de la inteligencia computacional en el manejo y análisis de datos no convencionales, entre los que se encuentra el estudio de la biometría del iris para aplicarlo en revisiones de seguridad.

El proyecto, único en su tipo, que dirige el doctor Ángel López Gómez, consiste en el desarrollo de un método para observar, identificar y registrar esa parte del ojo, mediante sistemas de cómputo.

La investigación ya ha sido publicada en la revista Academic Research de la Universidad de Kielce, Polonia, con el título Methodological characteristics for biometric iris recognition using a morphological process.

La biometría está dirigida a obtener y tomar medidas individuales para orientarlas a la utilización de tecnología digitalizada, automatizada, robotizada o para el uso con modelos matemáticos o informáticos.

El iris, como herramienta de autenticación, tiene ventajas frente a otras partes del cuerpo, pues no se modifica en el transcurso de la vida y está protegido por la córnea, que lo hace inmune a la influencia del ambiente. Además, se puede obtener una imagen de éste a corta distancia sin tener un contacto que resulte agresivo.

Cada persona cuenta con un patrón distinto y, por ello, se buscan elementos individuales irrepetibles que permitan obtener un código de barras u otro, basado en información binaria personalizada, que al ser cotejado pueda servir para autenticar a un usuario al momento de acceder a un sistema de seguridad.

El iris, de manera natural, tiene irregularidades y para su análisis y reconocimiento los investigadores emplean la morfología matemática difusa, que facilita observar imágenes digitales, sea en blanco y negro, en escala de grises o a color, lo que a su vez hace posible reconocer caracteres únicos.

Este método se utiliza cuando la morfología convencional se enfrenta a limitaciones para trabajar en distintas aplicaciones y no se obtienen con certeza datos o métodos a procesar, como la manipulación de píxeles, el reconocimiento geométrico o la extracción de características.

Por ello, se acude a técnicas basadas en la lógica difusa, que busca la cuantificación de la incertidumbre.

La inteligencia computacional es un área de investigación que examina el desarrollo de técnicas inspiradas en los mecanismos aplicados por la naturaleza, para la solución de problemas o el avance de funciones que faciliten ciertas tareas.

Esta área aplica conceptos estudiados en otras ciencias como la biología, la psicología o la ecología y forman parte de ella paradigmas técnicos de gran difusión en la actualidad, como la computación neuronal, computación grid y minería de datos, entre otros.

Metodología

A través de la morfología matemática difusa, los investigadores de la FESC configuran códigos biométricos del iris del ojo humano haciendo uso del lenguaje de programación C++, en la versión WxDevcpp 10.1.

El método consiste en obtener la imagen de esta parte, determinar el centro, estimar el radio interior, recortar y tasar el radio exterior. Posteriormente, se realiza un proceso denominado umbralización, que limpia la imagen dejando las áreas más oscuras; esto abarca el área de la pupila y algunos puntos internos.

Como resulta más práctico trabajar con representaciones rectangulares que circulares, es necesario modificar el resultante en un rectángulo, por lo que se realizan transformaciones de coordenadas polares a cartesianas.

La información obtenida se aplica a una compresión que divide la toma en cuatro subimágenes de la mitad del tamaño de la original. En ese proceso se extraen datos representativos, útiles para la generación del código de barras.

La imagen cuenta con valores positivos y negativos para cada pixel, que toman una representación binaria y forma una nueva imagen con puntos de su respectivo color. Para ser visualizados son multiplicados varias veces. Así, surge el código correspondiente al iris de una persona.

Aunque existen métodos similares, éste es único y surgió por la necesidad de evadir procedimientos patentados, al buscar alternativas de sustitución tecnológica.

El trabajo fue desarrollado por el doctor Ángel López, el maestro en ciencias Vicente Magaña González y el alumno Jafet Malváez López, de la licenciatura en Matemáticas Aplicadas y Computación.

El profesor Ángel López explicó que el material con el que trabajan es principalmente software libre, que presenta diversas ventajas sobre el patentado, pues es posible adaptarlo a las necesidades de cada investigación, lo que enriquece a las mismas.

Otras tareas se refieren al cuidado de imágenes en fotomontaje, procesamiento de gráficos en tercera dimensión, comunicación en red grid, minería de datos y análisis semántico, entre otras.

Colaboran en estos trabajos el físico Jesús Cruz Guzmán; los ingenieros Moisés Hernández Duarte, Carlos Pineda, Miguel Álvarez Pasaye; los maestros en ciencias Vicente Magaña, Valentín Roldán y Ernestina Chávez, y los doctores Zbigniew Oziewicz y Ángel López Gómez.

Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)

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