jueves, 3 de abril de 2008

IMPULSA UNAM EL PROGRAMA ADOPTE UN TALENTO ENTRE ALUMNOS DE EDUCACIÓN BÁSICA


  • Se pretende detectar talentos y fomentar el desarrollo de habilidades y aptitudes, relacionadas con el quehacer científico
  • Es un proyecto diseñado por académicos e investigadores universitarios, que busca apoyos para niños y adolescentes con capacidades para la ciencia
  • La estrategia de identificación de aptitudes es mediante talleres de matemáticas y ciencias, sustentados en novedosos métodos de aprendizaje

Con el fin de detectar talentos y fomentar el desarrollo de habilidades y aptitudes, relacionadas con el quehacer científico entre niños y adolescentes de educación básica, investigadores de la UNAM y otras instituciones pusieron en marcha el Programa Adopte un Talento (PAUTA), patrocinado por la Academia Mexicana de Ciencias.

En teoría, todos los niños y adolescentes mexicanos que hoy están en primaria podrán cursar estudios superiores dentro de algunos años. Sin embargo, en la práctica, un buen porcentaje de ellos verá cancelada, por muchos motivos, la oportunidad de conocer y desarrollar sus capacidades.

Datos de la Secretaría de Educación Pública, contenidos en la Estadística básica del sistema educativo nacional, fin de cursos 2005-2006, señalan que en el ámbito nacional se inscribieron en educación básica en ese periodo 25 millones 791 mil 101 estudiantes, de los cuales un millón 183 mil 347 desertaron.

Ante esta inequidad, el Programa aspira a abrir una ventana de oportunidades para la niñez y la juventud mexicanas.

Desde septiembre pasado, PAUTA empezó a laborar en varias escuelas primarias públicas de la Ciudad de México con 60 maestros y mil 500 niños.

En este año, PAUTA comenzará a trabajar directamente con menores en el salón Huevo del dinosaurio, ubicado en la explanada de Universum. Un año es el tiempo calculado para identificar a niños y adolescentes, de escuelas públicas y privadas, con aptitudes para el trabajo científico.

“PAUTA pretende fomentar el desarrollo del talento científico en niños y adolescentes de educación básica, y brindarles apoyo y seguimiento académico y logístico a lo largo de su vida escolar, desde la primaria hasta la universidad”, señaló el doctor Alejandro Frank, director del Instituto de Ciencias Nucleares, quien –junto con Jorge G. Hirsch y Julia Tagüeña–, encabezan el programa.

Estrategia de identificación

Además de propiciar condiciones favorables para el desarrollo de habilidades y actitudes relacionadas con el quehacer científico, PAUTA ofrece la motivación, las herramientas y los apoyos necesarios.

La estrategia de identificación de talento es mediante talleres de matemáticas y ciencias, sustentados en métodos de aprendizaje como el planteamiento de retos y problemas, y el desarrollo de proyectos y experimentos científicos.

“No se trata de exámenes para detectar ‘genios’, sino de cursos de uno o más años, en los que maestros y un equipo de pedagogos identificarán a quienes tengan talento para las ciencias”, aclaró Frank.

Se busca que sean talleres de reflexión y creatividad en los que se fomente el desarrollo de habilidades y se promuevan actividades relacionadas con el quehacer científico, con ejercicios prácticos y discusión en grupo, como si fueran un pequeño congreso, con una metodología horizontal para que, por medio de modernas técnicas educativas, los participantes descubran lo divertido e interesante que es la ciencia.

Con metodologías diversas

PAUTA pretende ser un programa con metodologías diversas, pues toma en cuenta que un niño de la ciudad no es igual al que vive en una zona rural. Además, existen diferencias de género e incluso lingüísticas, como en el caso de las múltiples comunidades indígenas.

De ahí que un equipo de pedagogos, en colaboración con maestros de primaria, elabore y ponga a prueba distintas herramientas de enseñanza y de evaluación.

“También se trabaja en el sustento teórico y pedagógico –indicó el investigador–, con base en el análisis de las cualidades que habrán de identificarse en los niños y adolescentes talentosos.”

Clubes de ciencia

En Michoacán y Chiapas hay sendos grupos que desde hace 10 años manejan conceptos científicos con niños de zonas indígenas y que hoy se han incorporado a este Programa, enriqueciendo sus métodos de enseñanza.

Hasta ahora son cerca de tres mil los menores que participan en talleres de ciencia abiertos en escuelas chiapanecas, michoacanas y capitalinas.

“Una manera de expandir la acción de este PAUTA es que, además de trabajar con maestros y alumnos en clase, se creen clubes de ciencia en espacios públicos que permitirían ponernos en contacto directo con niños y jóvenes interesados”, comentó Frank.

Responsabilidad social

El objetivo final del Programa Adopte un Talento es que niños y adolescentes mexicanos con talento científico puedan alcanzar, vía información, tutorías o becas, los estudios universitarios y, posteriormente, hacer aportaciones a la cultura del país.

Una vez identificados estos menores, PAUTA los “adoptará”, o mejor dicho, convocará a la sociedad a “adoptarlos”.

“Tenemos el propósito de organizarnos –explicó Frank– para que ciudadanos y fundaciones filantrópicas, con el apoyo de universidades e instituciones tales como los consejos de Ciencia y Tecnología de los estados, aporten los recursos necesarios para lograr dicho objetivo”.

Por lo que se refiere al área de la investigación en México, el Conacyt pone a concurso fondos del Estado entre los investigadores. PAUTA busca profesionalizar la procuración de recursos, invitando a ciudadanos y fundaciones a adoptar talentos que habrán de rendir frutos en el futuro.

“Debe propiciarse en el país una cultura de responsabilidad social que induzca a retribuir a la sociedad parte de lo que ésta da. Se podrían establecer esquemas, por ejemplo, para facilitar que las aportaciones fueran deducibles de impuestos”, apuntó el investigador.

Soporte educativo

La labor de PAUTA se concibe como un soporte educativo, un aporte social y, también, como una campaña para sentar las bases de una cultura científica desde la educación básica, en pro del desarrollo de México.

“Un modelo como éste –sostuvo Frank– contribuye también a caminar hacia la democracia, ya que es imprescindible dar oportunidad a los jóvenes que hoy no la tienen. Asimismo, permite coadyuvar al desarrollo del país y a preservar la independencia. Hay que considerar que no se puede ser una nación soberana ni alcanzar un mejor nivel de vida, mediante la venta de los recursos naturales o la ‘exportación’ de los compatriotas como mano de obra a otros países”.

Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)

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