domingo, 27 de abril de 2008

SE CELEBRÓ EN MÉXICO EL DÍA NACIONAL DE LOS JARDINES BOTÁNICOS


  • Es el más importante de México y uno de los más relevantes en Latinoamérica, con activa participación de la UNAM
  • El Jardín Botánico del Instituto de Biología cuenta con más de mil 200 especies diferentes y más de cinco mil especímenes, dijo el jefe de este espacio, Javier Caballero
  • Familias, niños y jóvenes participaron en las cerca de 50 actividades distintas, como demostraciones botánicas, talleres y visitas guiadas
  • México es uno de los cinco países con mayor diversidad en el orbe

Por tercer año consecutivo, se celebró hoy del Día Nacional de los Jardines Botánicos, el más importante de México y uno de los más relevantes en Latinoamérica, con activa participación de la UNAM.

El jefe del Jardín Botánico del Instituto de Biología (IB), Javier Caballero Nieto, aseguró que este espacio cuenta en exhibición con más de mil 200 especies diferentes y más de cinco mil especímenes, y está en proceso la realización del inventario de algunas de las colecciones.

La riqueza florística del país no es completamente conocida. Hay polémica respecto al número, que va de las 22 mil a las 30 mil especies, según algunos autores. En cualquier caso, argumentó, es una de las cinco naciones con mayor diversidad en el mundo.

En este sentido, manifestó que los principales retos de esta institución radican en la resolución de los problemas técnicos que implican mantener un conjunto tan diverso de plantas en un ambiente como el de la Ciudad de México, donde se registra la lluvia ácida y una enorme diversidad de plagas, entre otros factores desfavorables.

También tiene que enfrentar el crecimiento propio, advirtió. Se necesitan más y mejores académicos, especializados en este tema.

Por otro lado, señaló, se debe atraer a un público cada vez mayor e interesarlo en lo que se realiza, para generar conciencia sobre la importancia de la diversidad vegetal y la necesidad de la conservación. Actualmente, se tienen entre 50 mil y 60 mil visitantes cada año, la mayor parte, grupos escolares.

Un jardín botánico en el sentido moderno, explicó, es una colección de plantas vivas, organizadas con criterios científicos y debidamente documentadas en cuanto a su procedencia, colector y fecha de recolección.

Cumple tres funciones principales, indicó. La primera, y más conocida, es que son espacios para la educación. Los acervos sirven como instrumento encaminado a la enseñanza, tanto formal como informal, sobre todo en aquellos temas que tienen que ver con la botánica en general.

Otro de los cometidos, destacó Javier Caballero, es que son centros de investigación, en los que se realizan estudios taxonómicos, biotecnológicos y etnobotánicos, por mencionar algunos.

El tercer propósito, que ha cobrado importancia sobre todo en las últimas décadas, añadió, es que también son núcleos para la conservación ex situ de plantas bajo algún nivel de riesgo.

En el mundo hay un movimiento relevante en ese sentido, bajo la idea de que si estas especies desaparecieran por algún evento catastrófico, podrían ser los únicos reservorios donde el germoplasma estuviera disponible para reintroducirlos en los hábitats naturales.

Adicionalmente, el Jardín Botánico del IB, desde su creación hace 49 años, “tuvo el objetivo particular de representar la gran riqueza botánica de México, de mostrar al público visitante la variedad vegetal en el país”, desde los desiertos del norte hasta las selvas del sur, refirió.

Por tanto, dijo, se ha puesto énfasis en el desarrollo y fortalecimiento de las colecciones científicas, especialmente de algunas familias características. En total, hoy día cuenta con 15, que son de dos tipos: taxonómicas (Yucas y Dasilirios, Cactáceas, Opuntia, Orquídeas, Crasuláceas, Agaváceas, Dhalia, Medicinales y Ornamentales) y temáticas (Rupícolas, Arboretum, Jardín demostrativo, Jardín del desierto, Acuáticas y Plantas tropicales).

Incluso, apuntó, dos son consideradas nacionales: la de Agaváceas y la de Crasuláceas, porque en ambos casos se tiene representada más del 60 por ciento de la riqueza del territorio; de éstas últimas, el país es el segundo centro de diversidad mundial.

Esta labor ya ha reportado resultados. Por ejemplo, integrantes del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales (CTV) de este Jardín, generaron estudios únicos en el planeta, con los que se logró la regeneración de la planta del chocolate o Cosmos atrosanguineus, la orquídea Bletia urbana y la cactácea Mammillaria san-angelensis.

Detrás de las áreas de exhibición hay un gran trabajo, como los programas de cultivo y de propagación, que tienen como una de sus líneas principales reponer los ejemplares en las jardineras, que se mueren, se dañan o se plagan. Esta labor es la base para intercambiar material con otros jardines botánicos y hace posible proyectos de repoblamiento y programas de comercialización, a pequeña escala, de variedades en peligro de extinción, puntualizó.

Entonces, se desarrolla investigación, que muchas veces incorpora los métodos más modernos de estudio, en distintas líneas, como la relacionada con la biotecnología y la base de datos más importante de plantas útiles mexicanas, precisó Javier Caballero.

La perspectiva del Jardín Botánico de la UNAM, por tanto, es optimista, aseguró Caballero: “Se puede esperar un crecimiento efectivo en el tamaño y el tipo de público que lo visite en los próximos cinco a 10 años”, y se tiene buena posibilidad de fortalecer las actividades, de conservación, investigación y educación.

A partir de 2005, cuando se incrementó y reorganizó la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, este espacio pasó a ser parte formal del mismo, como zona de amortiguamiento. A partir de entonces, se definió la superficie y los límites. Tiene 12.7 hectáreas, de las que 3.5 están habilitadas como zonas de exhibición al público; el resto está ocupado por invernaderos de trabajo, instalaciones de investigación, y vegetación natural.

El festejo

El Jardín Botánico de la UNAM –el segundo más antiguo de México en la época moderna–, de acuerdo con la jefa del Departamento de Difusión y Educación, Teodolinda Balcázar, es también líder a nivel mexicano y de AL en cuestiones de instrucción ambiental.

“Es uno de los que tiene mayor reconocimiento en el ámbito mundial, por los programas dirigidos a diferentes tipos de público”. Recibe alrededor de 50 mil visitantes al año, y en el área de difusión se atienden entre 10 mil y 12 visitantes con una visita guiada específica, informó.

Representa un aula natural, un espacio vivo donde la gente asiste para aprender y recrearse. Una parte importante del trabajo, aseveró, es hacer que la sociedad se entere y estime la biodiversidad vegetal. “Nadie puede defender lo que no ama, ni nadie puede amar lo que no conoce”.

De manera cotidiana, acotó, se tiene una amplia gama de temas para ofrecer, y se aborda a todos los niveles: desde preescolar hasta posgrado. Pero también, indicó la especialista, se maneja un programa para el público en general.

Con la celebración del Día de los Jardines Botánicos de este año, con el tema Usemos sosteniblemente nuestras plantas, se espera que las personas no dejen de utilizarlas, pero adecuadamente, a fin de preservarlas para las generaciones futuras.

“Mucha gente piensa que la ciencia está lejos de la vida cotidiana, recordó, pero está más cerca de lo que piensa y eso se les muestra”. Los visitantes no necesitan saber de biología o botánica, sólo interesarse por las plantas y querer mantenerlas. Se desea que las consideren como algo esencial en su vida y ubiquen que nada en este planeta está aislado.

Un aspecto importante es la participación del personal académico, pues se tiene la oportunidad de estar en contacto con la persona que genera el conocimiento y obtener información de primera mano.

La celebración de este Día Nacional, rememoró, surgió de una iniciativa de la Botanic Gardens Conservation International, que agrupa a todos los jardines botánicos del mundo, que son alrededor de mil 800 –40 en México–, y da la pauta en cuestiones de conservación y educación para el conocimiento de la diversidad vegetal en el orbe.

El objetivo fue que las comunidades respectivas sepan que cuentan con esos sitios, porque muchas veces no están enteradas de ello.

La propuesta ha sido adoptada por varios países, en el caso de América: Brasil, Argentina, Canadá, Estados Unidos y México. Éste –señaló Teodolinda Balcázar–, ha sido uno de los más exitosos en cuanto al número de gente que acude a los festejos. “El de la UNAM es el más importante del país, es el que ha desarrollado un programa más amplio”.

No se evitará la extinción de especies, concluyó la especialista, pero sí se puede hacer que el deterioro ambiental vaya más lento de lo que hasta ahora se ha visto.

La fiesta de las flores

El Día Nacional de los Jardines Botánicos fue inaugurado por el secretario académico del Instituto de Biología, Fernando Cervantes Reza, mientras el corte del listón estuvo a cargo del investigador emérito y fundador del Jardín Botánico, Teófilo Herrera Suárez, uno de los científicos que ha sentado las bases del trabajo botánico en el país.

Fue una fiesta donde miles de personas, en su mayoría adolescentes y jóvenes, pudieron disfrutar de las aproximadamente 50 actividades distintas que se prepararon para ellos. Los niños acudieron a los talleres Dibuja la naturaleza y Celebrando con la naturaleza, a la obra de teatro Trapo Tramp y a la proyección Salvemos nuestro planeta, donde recibieron información valiosa de acuerdo con su edad.

Los mayores colmaron los espacios donde se dictaron las conferencias: Lacandonia schismatica: ¿misterio resuelto?; ¿Palmas?: ¿Qué son, cómo son? ¿Y dónde están en México?; De los peces... a los anfibios; Palmas ornamentales exóticas y nativas, y Situación actual de los anfibios y su conservación.

Además, los asistentes se detuvieron a admirar las exposiciones: Plantas para la vida. Los jardines botánicos en México protegen hoy para el futuro; Usos de las cactáceas; Orquídeas ornamentales en la trayectoria histórica de México; En el jardín tenemos clase; Exposición de plantas mexicanas en peligro de extinción regeneradas por cultivo de tejidos; Los anfibios, animales sorprendentes en peligro de extinción; ¿Aves de paso o de paseo?, en la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, y Propagación de cactáceas y otras suculentas en comunidades rurales Barranca de Meztitlán.

Otros mostraron su afición por la jardinería al acudir a los talleres: Injertos y terrarios, de Bonsái, Quelites hidropónicos, Recicla tu basura orgánica y elabora tu composta, Clonación in vitro, Cultiva tu orquídea y ayuda a su conservación, Crea tu propio terrario para insectívoras, “pajareadas”: observación de aves, y Pehua Paqui: haz tu libreta con hojas y semillas.

Asimismo, presenciaron las demostraciones botánicas: Los cromosomas de las plantas; El árbol de las maravillas; productos y derivados; Plantas comestibles de México; ¿Cómo podemos hacer sustentable el manejo de nuestros jardines?, y el Cultivo de plantas medicinales, entre otros.

Se pudo ver a familias enteras y al público en general, recorrer las instalaciones del Jardín Botánico mediante las visitas guiadas: Identificación de especies arbóreas; Las agaváceas útiles en el Jardín Botánico; Conoce nuestras plantas medicinales; Plantas que viven en el agua; La casa de sombra; un refugio para cactáceas decomisadas, y La vida espinosa de las cactáceas, y tomaron parte en otras actividades.

Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)

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