- Aún se desconocen sus efectos a largo plazo en el consumo humano, indicó la coordinadora del Programa Universitario de Alimentos de la UNAM, Amanda Gálvez
- México produce 20 millones de toneladas de maíz blanco para consumo humano, dijo
La coordinadora del Programa Universitario de Alimentos (PUAL) de la UNAM, Amanda Gálvez, señaló que el 70 por ciento del maíz que se produce en Estados Unidos es transgénico, resistente a insectos y con tolerancia herbicida, pero aclaró que no se conocen sus consecuencias, porque no se han otorgado permisos para hacer experimentos.
Sin embargo, dijo que México es autosuficiente en la producción del maíz blanco para el consumo humano, con 20 millones de toneladas anuales.
No debe abandonarse la producción de maíz para consumo humano, agregó, con el objetivo de privilegiar los usos industriales y de ganadería, porque con el ingreso del transgénico se debe cuidar más a la tierra y los alimentos naturales que produce el suelo mexicano.
No obstante, detalló que de Estados Unidos se importan alrededor de siete millones de toneladas de grano forrajero, con un alto porcentaje de transgénicos para el consumo del ganado, entre otros usos, pero cuando hay un superávit de la gramínea, se mezcla con el producto nacional.
El maíz, comentó, es el cultivo más emblemático de México y tiene que ver con la biodiversidad, pues representa muchos alimentos cultivados en la milpa, que es la base de la economía rural y de la nutrición familiar, además de ser, en términos industriales, fuente de almidón y jarabes de fructuosa, que se usan para los refrescos, así como una tradición utilizada en las artesanías típicas de muchas localidades del territorio.
Ante la publicidad que enaltece al maíz transgénico, expuso que estas mazorcas no son más baratas que las nacionales, con un registro de aproximadamente 62 variedades criollas, ni están adaptadas para los microclimas mexicanos, y aún se desconocen sus efectos de largo plazo en el consumo humano.
La experta en alimentos manifestó que se tiene que defender y fortalecer la producción del maíz nacional, con mejores precios, así como darle valor agregado al formar parte de la economía nacional, con apoyos al agricultor y fondos para levantar este cultivo, y con ello aprovechar al máximo la diversidad natural.
La tortilla de maíz, recordó Amanda Gálvez, tiene un alto consumo entre la población, donde los estratos socioeconómicos más bajos adquieren el 40 por ciento de sus proteínas, que combinada con leguminosas, mejoran la nutrición.
La especialista propuso regresar a los productos tradicionales de consumo, como la tortilla y el frijol, porque la comida moderna basada en pizzas y hamburguesas, harinas y azúcares refinados, provoca diabetes y obesidad.
El 70 por ciento de la población mexicana presenta sobrepeso u obesidad, mientras un siete por ciento padece diabetes diagnosticada, sumado a muchos más que desconocen que tienen este mal, concluyó.
Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)
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