miércoles, 14 de noviembre de 2007

SE UBICA EN LATINOAMÉRICA EL MAYOR NÚMERO DE PERSONAS TRAUMATIZADAS

· Señaló en la UNAM Úrsula Hauser, fundadora del psicodrama en Centroamérica
· Reveló que se necesitan hasta dos años para que las víctimas puedan hablar de sus experiencias

· Presentó el trabajo Brilla el sol después de la tormenta, realizado con mujeres de El Salvador

En América Latina existen quizás más seres humanos traumatizados por guerras, migraciones forzadas y violencia doméstica que en otras partes del mundo, afirmó en la UNAM Úrsula Hauser, fundadora del psicodrama en Centroamérica.

Al presentar en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) el trabajo Brilla el sol después de la tormenta, realizado con mujeres de El Salvador, la especialista en etnopsicoanálisis aseguró que se necesitan hasta dos años para que las víctimas puedan hablar de sus experiencias perturbadoras.

Acompañada por Jaime Winkler, coordinador académico del Taller del Diplomado Universitario en Psicodrama, la psicoanalista nacida en Suiza, pero “latinoamericana de corazón”, manifestó que “esta realidad exige urgentemente cambios políticos y económicos” en la región.

Así también, consideró que se requiere de todo el esfuerzo profesional para dar aportes a nivel clínico, social y de investigación a las mujeres que han sufrido traumas por las conflagraciones, cuyos daños son en gran parte irreparables.

“Sería atrevido o cínico pensar que algunas formas de psicoterapia podrían reparar las heridas. Pero tampoco debe pensarse que no hay posibilidades de superación, sin negar el hecho que las huellas de las guerras quedarán para siempre inscritas en la subjetividad de los seres humanos”, dijo.

Experta en el análisis de los traumatismos por conflictos castrenses, de migraciones y de violencia intrafamiliar, Úrsula Hauser destacó que algunas organizaciones en América Latina, sobre todo movimientos femeninos, han empezado a interesarse por los procesos inconscientes y las cuestiones de género.

Sólo habrá posibilidad de cambio, expuso, si se hace posible que en lugar de la repetición inconsciente de valores y decisiones discriminatorias se realicen procesos grupales, que estimulen la reflexión crítica y la dialéctica entre lo social y lo subjetivo.

Durante su participación en el Taller del Diplomado organizado por el CEIICH, explicó que el psicodrama es una metodología para trabajar en el contexto del Síndrome de stress postraumático, sobre todo de forma grupal y con un encuadre bien definido y durante largo tiempo.

Al reseñar las experiencias psicoanalíticas con mujeres salvadoreñas a través de un video, la doctorada en sicología en Viena y miembro del Foro Iberoamericano del Psicodrama señaló que la concientización es fundamental en un proceso psicoterapéutico, sea individual o grupal.

Concluyó que en el psicodrama –en este caso de mujeres que han vivido un conflicto armado–, el grupo tiene una función terapéutica importante al lado del equipo de profesionales coordinadores, en un contexto de daño psicológico, físico y simbólico sufrido por la violencia que “deja una huella profunda en la mujer”.

Fuente: Universidad Nacional Autónoma de México (Boletín UNAM-DGCS-694)

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