· Afirmó en la UNAM Pilar Rodríguez, de la Casa Espacio de los Refugiados
· La especialista María del Pilar Hernández señaló que la segregación hacia ellas no es una cuestión biológica ni doméstica, sino de género
· Participaron, junto con otros especialistas, en el Seminario Las mujeres refugiadas: por el derecho a una nueva vida, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas
El 70 por ciento de las mujeres que migran en busca de asilo –sobre todo jóvenes y niñas– sufren violencia, y algún tipo de abuso sexual en el 60 por ciento de los casos, afirmó en la UNAM Pilar Rodríguez, de la Casa Espacio de los Refugiados, proyecto conjunto de Amnistía Internacional Sección Mexicana y de la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (COMAR).
La especialista –egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de esta casa de estudios–, participó en el Seminario Las mujeres refugiadas: por el derecho a una nueva vida, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ).
Expuso que las mujeres enfrentan dos tipos de fronteras, las visibles y las invisibles, estas últimas involucran romper con controles familiares, costumbres y tradiciones, para lidiar con la discriminación, desigualdad y brutalidad, muchas veces sexual.
Subrayó que el sector femenino enfrenta “pobreza, exclusión, falta de oportunidades y violencia, factores que deben enfrentar las mujeres al migrar, además de la desventaja de ser extranjeras en un ambiente desconocido y poco familiar, sin recursos ni documentación en otro país”.
En el encuentro realizado en el Aula de Seminarios Dr. Guillermo F. Margadant del IIJ, coordinado por Ricardo Méndez Silva, académico especializado en Derecho Internacional, se precisó que en México alrededor del 20 por ciento de los refugiados son mujeres, en un rango de edad que fluctúa entre los 20 y 40 años.
Por su parte, la especialista María del Pilar Hernández señaló como preocupante que las mujeres mexicanas migrantes dentro del territorio nacional sean más invisibles que las de otros países.
Consideró que la segregación hacia ellas “no es una cuestión biológica ni doméstica, sino de género”. No es la diferencia entre sexos, la razón del antagonismo, no es una forma de violencia individual, sino consecuencia de una situación de discriminación intemporal “que tiene su origen en una estructura social de naturaleza patriarcal”.
En su oportunidad, Marion Hoffmann, representante regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, manifestó que durante un conflicto armado las mujeres, niñas y niños enfrentan el riesgo adicional de estar sujetos a violencia sexual, utilizada no sólo como una agresión contra la víctima, sino para humillar, avergonzar, degradar y aterrorizar a todo un grupo étnico.
Indicó que si la desolación del exilio es grande, para muchas mujeres la dolorosa experiencia de la huida se ve acrecentada cuando ha sido acompañada por violencia física y masiva, abuso de personas con poder y embarazos forzados; agregó que cuando el asilo y la migración se juntan, aparecen otros enemigos como la trata de personas, la prostitución o explotación sexual.
A su vez, María Luisa García Hernández, subdirectora de Asistencia de la COMAR, dio un panorama general de los desterrados en México: 20 por ciento de ellos son mujeres, gran parte adultos jóvenes, pero también hay menores de edad que llegan sin compañía, adolescentes entre los 16 y 17 años, que por su perfil no pueden ser enviados a una institución de asistencia.
Recordó que históricamente este país ha tenido una tradición de asilo y refugio, en donde españoles, sudamericanos y centroamericanos han encontrado protección. En la actualidad, dijo, en el sureste continúan habitando guatemaltecos, muchos de ellos ya naturalizados.
Participaron también en este encuentro Martha Patricia Patiño Fierro, directora general de Igualdad y Diversidad Social de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal; Karina Arias Muñoz, de la organización Sin Fronteras, y Teresa Carranza, fundadora del grupo Monarcas.
Fuente: Universidad Nacional Autónoma de México (Boletín UNAM-DGCS-736)
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