· Marcos Valdivia López, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, afirmó que se puede encontrar que hay regiones dinámicas dentro de la parte caracterizada como de escasos recursos del país, y viceversa
· La discusión sobre la polarización local que se discute en la literatura debe ser replanteada al considerar la variable geográfica, dijo
No es tan cierta la diferenciación que se hace en México respecto a la existencia de un norte rico que se distancia cada vez más del sur pobre, sostuvo Marcos Valdivia López, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.
Se puede encontrar que hay regiones dinámicas dentro de la parte caracterizada como de escasos recursos del país o incluso algunas de éstas ubicadas en las zonas desarrolladas, aseguró el especialista.
Ello luego de considerar la dimensión espacial para estudiar los fenómenos económicos, lo cual requiere cambiar ciertos supuestos de cómo se generan éstos; en concreto, reconocer en materia de crecimiento económico qué contexto, cultura o geografía importan, para explicar las desigualdades regionales y porqué ciertas zonas se rezagan y otras crecen a mayor velocidad, agregó.
Consecuentemente, dijo, la discusión sobre la polarización local debe ser replanteada al considerar la variable geográfica, entendiendo con ello la comprensión del proceso económico de una área que está en función de sus circunvecinas.
El hecho es que en México no se haya estudiado en forma relevante el crecimiento regional desde una perspectiva espacial, se debe a dos dos razones. Una es que, en general, el tipo de metodologías o técnicas estadísticas requeridas no han sido de uso común; sino de desarrollo reciente, apenas 20 años, y hasta hace cinco a 10 se usan para observar este tipo de fenómenos, aclaró.
La segunda tiene que ver con la capacidad para almacenar y procesar información. Para realizar un análisis se necesitan datos georreferenciados, que anteriormente eran difíciles de obtener; son sistemas de creación y uso actual que apenas están siendo incorporados, especificó.
Así, puntualizó, los estudios regionales sobre crecimiento en la nación se llevan a cabo por lo regular sin considerar el elemento geográfico. Hay una tradición de no involucrar esta variable.
Esencialmente, las conclusiones de este tipo de enfoque señalan que existe un proceso de divergencia regional en el país a partir de la apertura comercial de 1982, cuyos resultados son la acentuación de las diferencias: se dice que ha beneficiado a los estados cercanos con la frontera con Estados Unidos, mientras que los del sur han tenido un peor desempeño económico, indicó.
De ahí la importancia de estudiar estos fenómenos controlando apropiadamente las escalas espaciales. Se tiene que asumir que estas unidades de análisis –municipios, ciudades o localidades– no actúan de forma aislada, sino que están en constante interacción con las circunscripciones, resaltó.
De hecho, hay una serie de nuevas áreas de conocimiento que hacen uso de este tipo de elementos. Son ejemplos recurrentes las redes sociales, migración, salud reproductiva y los fenómenos de corte electoral o antropológico, concluyó.
Fuente: Universidad Nacional Autónoma de México (Boletín UNAM-DGCS-774)
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