lunes, 31 de diciembre de 2007

MARCA COMIDA DECEMBRINA FIN DEL CICLO AGRÍCOLA


· Señalaron Luis Alberto Vargas Guadarrama y Jiapsy Arias González, investigadores del Instituto de Antropología de la UNAM, establecieron que el periodo marca el inicio del invierno y el final de la temporada de lluvias e inicio de la de secas; pero además, la apertura de un lapso relativamente frío

Los platillos consumidos por las familias mexicanas durante las fiestas navideñas marcan el final de un periodo climático y la siguiente producción de otro tipo de comestibles, iniciándose así la “fiesta del renacimiento”, afirmaron Luis Alberto Vargas Guadarrama y Jiapsy Arias González, investigadores del Instituto de Antropología (IA) de la UNAM.

“Todo parece acabarse; los árboles pierden sus hojas y se anuncia la renovación de la vida”; volverán sus brotes, los animales tendrán sus crías en primavera, una vez más el maíz se sembrará y habrá una cosecha en los meses siguientes y esto se marca a través de los alimentos, agregaron.

Los expertos comentaron que lo interesante es la coincidencia de productos naturales con las tradiciones y preparaciones culinarias propias para indicar un momento de la vida.

La temporada decembrina marca el inicio del invierno e implica el final de la temporada de lluvias e inicio de la de secas; pero además establece la apertura de un lapso relativamente frío, explicó Luis Alberto Vargas.

Por su parte, Jiapsy Arias González precisó que se trata de una época interesante, porque a las fiestas católicas se sobreponen las religiosas mesoamericanas.

El tamal, por ejemplo, dijo, en la época prehispánica era visto como carne propia. Hay que recordar el mito de “los hombres y mujeres de maíz”. El comerlo, en ese contexto, era importante porque el individuo se incorporaba otra vez al mundo de lo divino en términos precristianos.

A la llegada de los europeos se establecieron cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno; sin embargo, aquí solamente se tenían dos temporadas: la de secas y la de cosecha, recordó.

Aquí no hay invierno como tal, pero sí es el fin de este ciclo de cosechas para entrar a la renovación, a la nueva agricultura, y por eso se le da un significado a frutas como el tejocote, caña, jícama, los romeritos y productos agridulces y secos, que significan el fin de un tiempo, concluyó.

Fuente: Univerisidad Nacional Autónoma de México (Boletín UNAM-DGCS-776)

Ir a: www.sabersinfin.com

No hay comentarios: