· Actualmente hay 750 mil familias que requieren de casa, aseveró María del Carmen Juárez Gutiérrez, investigadora del Instituto de Geografía de
· Entre 2000 y 2030 deberán aumentar en 20.5 millones las construcciones en este sector, cifra que estará relacionada con la población adulta en edad de formar nuevos hogares
· Las causas de este déficit se derivan de la desigualdad en la distribución del ingreso
Aún existe un rezago considerable de vivienda en México, pues actualmente hay 750 mil familias que requieren de casa y en este momento muchas de ellas comparten el mismo espacio habitacional, afirmó María del Carmen Juárez Gutiérrez, investigadora del Instituto de Geografía (IG) de
A pesar de que en los primeros años de esta centuria la construcción en este sector tuvo un aumento de 2.8 por ciento, entre 2000 y 2030 deberá incrementarse en 20.5 millones de moradas, cifra que estará relacionada con la población adulta en edad de formar nuevos hogares.
Ello se consigna en el Nuevo Atlas Nacional, editado por el IG, donde la geógrafa considera que las causas de este déficit se derivan de la desigualdad en la distribución del ingreso, que no ha sido contrarrestada con una política de financiamiento eficiente de alcances masivos que haga accesible el crédito a la vivienda popular y de interés social.
El desarrollo de este segmento es un factor estratégico para el crecimiento económico y comunitario de cualquier nación. Un mercado de casas-habitación eficiente y accesible reduce la incidencia y el impacto de los asentamientos informales y aumenta la oferta de empleo y la movilidad social.
Los tipos de vivienda que existen en México son la casa independiente en un 85 por ciento; el departamento en edificio, seis por ciento; en vecindad, cuatro por ciento, y de otro tipo o no especificados, 5 por ciento.
Su consolidación se da a través de materiales predominantes como los industrializados y sólidos, lo cual se vincula más a las áreas urbanas, aunque se reflejan fuertes contrastes, porque sólo 32 por ciento de los hogares se considera afianzado estructuralmente.
Asimismo, el tamaño de los espacios, por número de cuartos y cantidad de ocupantes, marca el nivel de hacinamiento. En México, 40 por ciento de las casas poseen dos cuartos y de uno a seis ocupantes; no obstante, de
Un aspecto importante a considerar es que en el país hay una tendencia a que la vivienda tenga como característica principal ser propia, con un 76 por ciento. Para el año 2000, la no propia era de 21 por ciento. Este tipo de tenencia se observa básicamente en las zonas metropolitanas, las ciudades fronterizas y las áreas turísticas.
Cabe mencionar que este último registro es poco preciso porque el alquiler no siempre se reporta a través de un pago, pues es compartido o existe una ayuda para cubrir esta obligación; asimismo, existe el subarrendamiento o el ubicado fuera de la norma vigente con el fin de evadir el pago de impuestos.
En cuanto a los servicios, la dotación de éstos tiene mayor cobertura en el ámbito urbano que en el rural. En la última década del siglo XX, se observa un mejoramiento en agua y drenaje, sobre todo a partir de 1990.
En 2005 el 67.3 por ciento de las viviendas tenía agua interna y el drenaje observaba una cobertura de 85 por ciento, que incluye la conexión a la red pública y fosa séptica, los cuales presentaron un incremento de 10 por ciento.
En otro orden de ideas, los electrodomésticos más extendidos son el refrigerador y la licuadora; la lavadora tiene menos difusión, y las computadoras han aumentado en los últimos cinco años. Sin duda, el aparato más importante es el televisor, el cual se localiza en el 91 por ciento de los domicilios, concluyó.
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