jueves, 20 de diciembre de 2007

CREAN EN LA UNAM APARATO PARA MEDIR ALTERACIÓN DE LOS MÚSCULOS DE LA MASTICACIÓN


· Informó Fernando Ángeles Medina, de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología

· El Reflexímetro computarizado para consultorio dental permite conocer la actividad muscular y el funcionamiento de la articulación temporomandibular

· Primero en su tipo en el mundo y patentado por la Universidad Nacional, se obtuvo luego de más de una década de investigación

Un equipo multidisciplinario de científicos de la UNAM, encabezado por Fernando Ángeles Medina, de la División de Estudios de Posgrado e Investigación (DEPI) de la Facultad de Odontología (FO), creó un aparato capaz de medir el grado de alteración funcional de los músculos de la masticación, primero en su tipo en el mundo.

Gracias al innovador instrumento, denominado Reflexímetro computarizado para consultorio dental –patentado por la Universidad Nacional–, es posible contar con una herramienta sencilla para conocer a fondo, mediante un registro gráfico y valores numéricos, la actividad muscular en esa parte del cuerpo, así como el funcionamiento de la articulación temporomandibular, ubicada entre el hueso temporal y la mandíbula, explicó.

Además de ser compacto, enfatizó, el reflexímetro tiene la ventaja de poderse aplicar en todas las especialidades odontológicas (ortodoncia, endodoncia, prótesis y dentaduras completas, entre otros) y en cualquier etapa del tratamiento para hacer una evaluación integral.

El experto resaltó la importancia de una apropiada masticación ya que, de no ser así, no se trituran adecuadamente los alimentos, el estómago trabaja más de lo debido y se provoca una mala digestión.

La falta de piezas dentales influye también en las complicaciones de dicha articulación, porque no se lleva a cabo la función de forma correcta. Otro factor es una inadecuada reparación dental que tenga como resultado una mordida desequilibrada o, de manera frecuente, la hiperactividad muscular. Una persona sujeta a tensión emocional, por estar estresada, aprieta los dientes sin ningún propósito funcional, como comer o hablar, agregó.

Todo ello provoca que un gran porcentaje de quienes asisten a consulta presenten dolor delante de la oreja. El problema es más frecuente en mujeres en una proporción de tres a uno sobre los varones, detalló Fernando Ángeles.

Ante ello, se abocaron “a diseñar un equipo que permitiera monitorear la hiperactividad muscular. Para ello se requirió el apoyo de físicos, biólogos, médicos e ingenieros, y de instituciones como la Facultad de Ciencias”, donde los respaldaron para conocer “qué sucede con los músculos de los pacientes”. Así nació el reflexímetro, primero de su tipo en el mundo, apuntó.

Antes de su desarrollo se usaban sistemas donde se observaba el llamado periodo de silencio electromiográfico, registrado al aplicar un estímulo en el mentón del afectado. Si se presentaba dicha “pausa” significaba que había un problema en músculos y articulación, dijo.

Antes, especialistas dependían de una respuesta subjetiva, al tener que preguntarle al sujeto cómo se sentía o qué tanto le dolía, añadió. La experiencia clínica ayudaba a los especialistas a determinar su estado. De ahí, la importancia de contar con un método gráfico que indicara la situación de cada persona dependiendo sólo de valores numéricos.

Después de más de una década de investigación y de la obtención de diferentes prototipos, al principio analógicos, hoy se cuenta con un equipo digitalizado y de tamaño reducido, especificó. Es una pequeña computadora o “caja” que contiene un software creado por los universitarios, el cual permite el procesamiento de las señales que se reciben del paciente mientras mastica con ayuda de electrodos y que se pueden observar en un monitor.

En la máquina se tiene un registro personalizado. El sistema acumula las señales, las filtra, rectifica y posibilita la graficación con ayuda de operaciones matemáticas, abundó Ángeles Medina. Como en el caso de los análisis sanguíneos, los resultados pueden estar dentro o fuera de los rangos normales aunque en este caso, se trata del comportamiento de los músculos.

El aparato indica cómo se encuentran los reflejos. Cuando se muerde una pequeña piedra, de inmediato se abre la boca; eso se llama “reflejo de protección”, que todos tienen aunque no responden igual ante ese estímulo, expuso; cuando hay problemas en la articulación temporomandibular se tarda más en reaccionar. También indica cómo trabajan los lados, el derecho contra el izquierdo, qué tan equilibrado está el trabajo de masticación, porque muchas personas tienen un patrón de una sola parte.

“La meta es que los dentistas cuenten con esta herramienta en sus consultorios. Lo mismo puede funcionar en una computadora de escritorio que en una portátil. Este desarrollo está patentado por la UNAM y se puede hacer una transferencia de tecnología a alguna empresa interesada en comercializarla”, indicó.

En tanto eso ocurre –los aparatos podrían comercializarse en tres o cuatro mil pesos–, la gente puede acudir a la DEPI de la FO para conocer en 15 ó 20 minutos el estado funcional de sus músculos masticatorios y articulación, puntualizó.

Esta innovación, dada a conocer en revistas arbitradas nacionales y extranjeras, así como en congresos internacionales, con buena aceptación por parte de la comunidad de expertos, ha contado con el financiamiento del Conacyt. Ahora la meta es mejorarla hasta obtener un instrumento pequeño, que incluso se pueda llevar en el bolsillo, y trasladarlo a cualquier lugar, finalizó Medina.

Fuente: Universidada Nacional Autónoma de México (Boletín UNAM-DGCS-759)

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