martes, 18 de diciembre de 2007

ES POCO ACEPTADO EN MÉXICO EL TURISMO SEXUAL MASCULINO


  • Aseguró Álvaro López, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM
  • Se le asocia con la prostitución infantil y las enfermedades sexualmente transmisibles, en especial con el Sida, dijo
  • En los lugares en los que se desarrolla en forma incontrolada hay carencia de oportunidades de trabajo y niveles educativos bajos, subrayó

El grado de aceptación social del turismo sexual masculino de adultos en México es bajo, a pesar de que en los últimos años ha crecido a la par del resto de actividades vinculadas, sobre todo porque se le asocia con prostitución infantil y enfermedades transmisibles, en especial con el Sida, aseguró Álvaro López López, del Instituto de Geografía de la UNAM.

Señaló que se ha generado el mito de que esta modalidad –de todos los géneros e identidades sexuales– deriva en la explotación de menores. “Hay un fenómeno importante de comercio carnal infantil también, y son sonados los casos de Acapulco, Cancún y Puerto Vallarta; pero esa es una actividad ilegal”.

Consideró que el análisis de este tipo de turismo entre adultos en México es relevante, pues en las zonas donde se practica, existen escasas oportunidades de trabajo o el empleo es temporal, y resulta que para muchos es una opción laboral, si bien informal; a este respecto, los prestadores de servicios sexuales son extorsionados por parte de autoridades locales, que son proclives al manejo corrupto del fenómeno pues, al no estar acotado ni normado, se benefician de ellos, de quienes obtienen dinero a través de la “mordida”.

Aunado a ello, los niveles de educación formal en México son limitados, y una supuesta salida fácil de empleo y rentable es la prostitución, que genera altos ingresos sin necesidad de mayor formación académica para quienes la ejercen.

Desde un punto de vista económico, muchos de quienes prestan servicios sexuales no tienen otro medio de sobrevivencia, y una salida es vender su cuerpo. De manera paradójica, la misma sociedad y los gobiernos rechazan esta actividad pero no le dan salida. “Hay críticas fuertes al turismo sexual masculino en el país, pero no se va al fondo del análisis, a sus causas”.

Empero, el geógrafo universitario aseveró que en los últimos años esta oferta no se ha disparado, como se ha llegado a pensar, pues su incremento ha sido proporcional al avance mismo de la vertiente masiva del turismo. De los cuatro tipos de espacios donde se registra la actividad turística –de litoral, urbana, rural y ecoturística–, este fenómeno se presenta en el primero de los escenarios, costero o mal llamado de playa, y en el urbano.

Respecto a los litorales, comentó que Puerto Vallarta es la principal ciudad mexicana en donde se registra este tipo de comercio; otras localidades o áreas importantes son Acapulco, parte de la costa oaxaqueña, sobre todo en Zipolite, donde recientemente se ha incrementado el fenómeno. En el Atlántico, destacan Veracruz, las costas de Alvarado hacia el sur y Cancún, hacia el sureste.

En cuanto a las zonas urbanas, dijo que las ciudades fronterizas han cobrado relevancia en este tema: Ciudad Juárez y en especial Tijuana, con una dinámica ascendente. Otros lugares como la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara también sobresalen en los reportes respectivos.

Reconoció que por el momento es difícil determinar la derrama económica producida por esta actividad. La única forma de medirla sería en el ámbito mundial, mediante la consulta a las guías turísticas que incluyen espacios de consumo sexual en otras regiones.

Lo que también dificulta su estudio académico es el hecho de que el turismo sexual puede darse en espacios abiertos como calles, playas y centros comerciales; además de lugares cerrados (bares o table dance); o de manera virtual (páginas de Internet o vía telefónica).

Ello se debe a que en el medio urbano, en particular en las grandes ciudades, es posible el anonimato tanto en prestadores de servicios como de quienes los solicitan. En el litoral tradicionalmente se le liga con la llegada de turistas, aunque el consumo sexual también es importante para la población local, refirió.

El responsable del proyecto financiado por el CONACYT Dimensión territorial del turismo sexual masculino en México, recordó que durante su trabajo de campo ha conocido gente que por decisión propia, aún teniendo ofertas de trabajo en empleos formales, se dedica a esta actividad porque obtiene altos ingresos en poco tiempo y tiene buen nivel de vida, pero otros quisieran no estar involucrados en ella.

En el proyecto intervienen investigadores y estudiantes de: El Colegio de la Frontera Norte, y las universidades Veracruzana, Autónoma de San Luis Potosí, del Valle de México y de Guadalajara; autónomas Metropolitana, del Estado de México y del estado de Morelos; Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y del extranjero de la Universidad de Lovaina, Bélgica.

Fuente: Universidad Nacional Autónoma de México (Boletín UNAM-DGCS-755)

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