* Integrantes del IIBm y de la FMVyZ llevarán a cabo un programa de intervención para prevenir y controlar el padecimiento en animales y en humanos
* El proyecto que se realiza en conjunto con el INNN y la SAGARPA, inició en el municipio Cuajinicuilapa, de la Costa Chica
* Edda Sciutto, del Instituto de Investigaciones Biomédicas, sostuvo que en ese estado se presentan las condiciones que propician el ciclo de transmisión del parásito
* Aline Schunemann de Aluja, de la FMVyZ, comentó que en esa región se crían cerdos en traspatio y su carne se consume sin inspección sanitaria
* La neurocisticercosis es una enfermedad frecuente en México: Agnés Fleury, del INNN
Integrantes del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) y de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVyZ) de la UNAM, determinarán la prevalencia de la cisticercosis porcina en el estado de Guerrero, donde llevarán a cabo un programa de intervención para prevenir y controlar el padecimiento en los cerdos y la neurocisticercosis en humanos.
El proyecto se realiza en conjunto con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNNMVS) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).
Aline Schunemann de Aluja, profesora emérita de la FMVyZ, explicó que hace más de un año las autoridades de esa entidad se acercaron a los universitarios para buscar soluciones al problema; tenían conocimiento del desarrollo de una vacuna en el IIBm y de su aplicación en Morelos y Puebla.
Para Guerrero, se elaboró un plan integral donde intervienen veterinarios, pues el cerdo es un eslabón importante en la transmisión del padecimiento; biomédicos, quienes ya han preparado las primeras 10 mil dosis de vacuna para inocular a todos los cerdos del municipio, y neurólogos, para asesorar al personal médico local participante y canalizar adecuadamente a los pacientes neurocisticercosos. Para ello, se firmó un convenio de colaboración, informó.
Edda Sciutto, del IIBm, sostuvo que en ese estado se presentan todas las condiciones que propician el ciclo de transmisión del parásito y se han reportado numerosos casos de neurocisticercosis. Sin embargo, se desconoce aún la prevalencia de esta parasitosis tanto en el cerdo como en el humano.
Antes de comenzar la campaña de control, se realizará un estudio epidemiológico para establecer el estado de la teniasis-cisticercosis en el municipio. Se utilizará la prevalencia de cisticercosis porcina como marcador de la frecuencia de la parasitosis en el área, considerando la factibilidad de explorar a esta población y que el grupo porcino se recambia en más del 80 por ciento anualmente.
El programa se encuentra actualmente en esta fase y se espera aplicar la vacuna y las demás medidas consideradas (tratamiento masivo de los cerdos e implementación de un programa de educación para la salud), para posteriormente evaluar su efectividad, apuntó.
La cisticercosis humana y porcina es causada cuando la larva de Taenia solium (cisticerco) se instala en diferentes tejidos. En el hombre la enfermedad grave ocurre cuando la bacteria se aloja en el sistema nervioso central causando la neurocisticercosis. En el cerdo puede alojarse en diferentes tejidos incluyendo también el sistema nervioso.
La cisticercosis se produce cuando el hombre o el cerdo comen huevos producidos por la tenia o solitaria, la forma adulta del parásito. Los huevos, una vez ingeridos, pueden transformarse en cisticercos causando la cisticercosis porcina y la neurocisticercosis humana.
Cuando el hombre ingiere carne con cisticercos insuficientemente cocida, éstos se transforman en el intestino del hombre en la tenia, que una vez alojada en ese órgano puede producir cientos de miles de huevos diariamente, que se expulsan al medio ambiente en las heces y lo contaminan.
Aline S. de Aluja refirió que en esa región guerrerense se detectó que se consume con alta frecuencia carne de cerdo mal cocida, lo que aumenta la posibilidad de que la gente adquiera la teniasis. Además, los cerdos tienen acceso a heces humanas que cuando provienen de individuos teniásicos permiten que se mantenga el ciclo del parásito.
Si se pudiera romper este ciclo se habría “ganado mucho”, resaltó. Para ello, se aplicará la vacuna contra la cisticercosis porcina que pretende reducir la probabilidad en los cerdos de adquirir cisticercosis, y a su vez, disminuir la posibilidad de los humanos de obtener la teniasis e interrumpir la transmisión de la parasitosis. Con ello, se previene la neurocisticercosis.
La SAGARPA propuso iniciar los trabajos en el municipio de Cuajinicuilapa, en la Costa Chica, donde se presentan condiciones que propician esta parasitosis. En esta jurisdicción, se reportan 124 localidades con ausencia de drenaje, y se crían aproximadamente 10 mil cerdos de traspatio.
Se comenzará a desarrollar esta campaña de control, dijo Sciutto, con la vacuna y los métodos de diagnóstico de cisticercosis. Se pretende además, que la población conozca el ciclo del parásito y los riesgos que implica para la salud, a fin de que contribuya con medidas personales: cocer adecuadamente la carne de cerdo y en el caso de los portadores de la tenia, asistir al centro de salud para recibir el tratamiento adecuado.
Asimismo, la doctora Aluja señaló que se evaluará un nuevo método de diagnóstico: el ultrasonido. La SAGARPA adquirió un ultrasonógrafo que se llevará a las comunidades para determinar la presencia de la cisticercosis en los cerdos. De resultar adecuado este método diagnóstico, podría contribuir de manera más efectiva a la detección de los animales infectados que los sistemas existentes.
Un grupo de veterinarios de la UNAM ya se encuentran en la región para tomar muestras de sangre y revisar las lenguas de los cerdos y estar presentes en las necropsias de estos animales, cuando la gente los va a consumir. La meta es determinar la prevalencia de la cisticercosis porcina en el municipio en una muestra aleatoria del mismo, para determinar la magnitud de esta parasitosis antes de la intervención y evaluar la efectividad de la misma.
Respecto al “lado humano” del problema, Agnès Fleury, del INNNMVS, recordó que la neurocisticercosis todavía es una enfermedad frecuente en México. Muchos casos son asintomáticos, es decir, el parásito se aloja en el cerebro sin causar síntomas al portador.
Pero hay otros muchos individuos que pueden desarrollar una enfermedad grave, que requiere múltiples y largos tratamientos o cirugía. En algunos, aún cuando el parásito se destruye por el tratamiento, pueden quedar calcificaciones en el sistema nervioso central, causantes de epilepsia.
“La neurocisticercosis es causa de morbilidad y a veces de mortalidad, y es inaceptable, porque ésta es prevenible que afecta sobre todo a gente en edad productiva, de los 20 a los 40 años”, afirmó.
La colaboración del Instituto consiste en dar atención a los pacientes referidos por las autoridades de salud de Guerrero. Se busca “que el programa se aborde en forma integral a través de la prevención y de la atención de los casos ya existentes”, aclaró.
Además del diagnóstico serológico, abundó Edda Sciutto, se tiene la capacidad de producir la vacuna que ya fue evaluada en una primera versión sintética en el estado de Puebla. Más recientemente, su efectividad fue confirmada en un estudio conjunto desarrollado por la FMVyZ y autoridades del estado de Morelos. La actual versión recombinante de la vacuna es de bajo costo, se produce en el IIBm por el doctor Abel Blancas y será aplicada en Guerrero.
La campaña está en proceso y se espera completar el diagnóstico de la parasitosis en el municipio en las próximas semanas, para comenzar con las intervenciones para su control.
Se desarrolla como un programa piloto de investigación del que se establecerán acciones que se podrán extender a diferentes estados de México y a otros países afectados por la parasitosis, concluyó Sciutto.
Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)
1 comentario:
bueno que la dra.ana flisser comento que ya no existia la cisticercosis en méxico???
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