jueves, 20 de marzo de 2008

CREAN CIENTÍFICOS DE LA UNAM ANTIVENENO CONTRA SERPIENTES AFRICANAS


  • Los investigadores del Instituto de Biotecnología , Roberto Stock Silberman y Alejandro Alagón Cano, son los responsables de esta vacuna
  • Con su aplicación, se reduce en un 70 por ciento las muertes por mordeduras de esos ofidios
  • En África existe un millón de afectados al año, medio millón de envenenados y más de 20 mil muertos, sin contar a los discapacitados y mutilados por esa causa

Los investigadores del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, Roberto Stock Silberman y Alejandro Alagón Cano, crearon un antiveneno para mordeduras de serpientes africanas, con el que se reduce en un 70 por ciento las muertes por esta causa en el continente y se evitan los daños derivados de este problema.

En la actualidad —infomó Stock Silberman—, se sabe que en África existe un millón de afectados al año, medio millón de envenenados y más de 20 mil muertos sin contar a los mutilados y los que quedan con alguna discapacidad. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2001 convocó a los productores de antiveneno de todo el mundo para solucionar esta situación.

Fue así, que la empresa mexicana BIOCLON solicitó la ayuda de los investigadores del IBt, para realizar las investigaciones necesarias con el fin de producir el antiveneno, recordó.

El proceso fue exitoso, pues en poco tiempo se logró recabar la información para generar el producto. El primer paso consistió en identificar las especies más peligrosas y, sobre todo, aquellas que habitan en los lugares modificados por el hombre, detalló.

En diciembre de 2007, la Secretaría de Salud (SS) aprobó el veneno para su aplicación. Ahora está en trámite la adquisición del producto para utilizarlo en las comunidades.

En la primera etapa, señaló, llegaron a la conclusión de que si podían realizar un antiveneno que fuese eficaz contra 10 especies de ofidios, se podrían cubrir más del 95 por ciento de los envenenamientos del continente.

Posteriormente, se produjo un antiveneno piloto y lotes de prueba, luego se realizaron los experimentos en Benin, país en donde existe una incidencia de 400 a 600 personas afectadas por cada 100 mil habitantes. Ahí se les aplicó a diferentes pacientes, que reaccionaron positivamente, relató.

En África, dijo, las mordeduras de serpiente son un problema médico cotidiano que no se atiende en la mayoría de los casos, debido a que no existe una tradición de la producción de antivenenos, ni mucho menos en su empleo. Esto sucede, principalmente, porque son medicamentos caros, pues su producción es altamente costosa.

El proceso para obtener este antídoto consiste en aplicarlo a un caballo, animal que tienen la cualidad de generar anticuerpos en grandes cantidades y ser sensible a los venenos. Posteriormente, se les extrae la sangre con los anticuerpos generados y se les purifica hasta obtener la vacuna, refirió.

Aunque también se pueden utilizar otros animales como conejos y ovejas, el equino es el ideal porque se les puede extraer mayor cantidad de sangre, sobre todo para las dosis necesarias en África, expuso.

En la entrevista, Roberto Stock informó que las serpientes y los alacranes son responsables del 95 por ciento de las muertes por envenenamiento en el mundo y se calcula que son necesarios 18 millones de dosis por año para erradicar el problema.

Los envenenamientos son dramáticos, existe una ventana de tiempo en la que se pueden tratar factiblemente, evitándole al paciente necrosis en el dedo, hemorragias violentas y, por supuesto, el fallecimiento.

La vacuna obtenida por los especialistas de la UNAM, está preparada con 11 venenos y funciona contra cinco vipéridos y seis elápidos, con lo que se cubre la mayoría de las serpientes africanas.

Especies peligrosas

Una de las especies es la X-Ocellatus, un vipérido de corta longitud, que no es muy pernicioso pero causa envenenamiento hemorrágico, que provoca el 70 por ciento de los muertos en toda África, porque el afectado se desangra, pues el veneno hace que las heridas recién cerradas se abran.

Después de cuatro horas de haberse aplicado el antiveneno, la sangre coagula y se evita el deceso porque frena la hemorragia cerebral.

Otra especie es la Vitis Arieta, que causa necrosis y puede ocasionar la pérdida de un brazo o producir cojera, pues la mayoría de las mordeduras son en los pies y en las piernas.

También están los elápidos, mejor conocidos como cobras y mampas, que provocan síndromes neurotóxicos, con los que las víctimas pierden la capacidad de contraer los músculos, ello les provoca una parálisis respiratoria y fallecen. Afortunadamente la incidencia es baja, con uno de cada 10 atacados.

Por su parte, los investigadores continúan realizando estudios para perfeccionar la dosis del antiveneno y posteriormente analizarán la incidencia de las cobras y mampas en Guinea-Conakry, al occidente africano, concluyó el experto, ganador de la Golda Meier Fellowship Fund, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y del Premio en Química Analítica de la American Chemical Society.

Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)

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