Con el objetivo de ofrecer una herramienta científica eficiente para apoyar investigaciones de carácter judicial,
El Director de
“Este proyecto revolucionaría el sistema penitenciario mexicano al operar un procedimiento complementario a la toma de huella digital y fotografía que se utiliza en la actualidad durante la captura e identificación de personas que cometen ilícitos”, aseguró.
Grandini González explicó que actualmente se tiene un registro de los delincuentes mediante la elaboración de un expediente médico y psicológico, la toma de huellas digitales y una fotografía de frente y perfil derecho, con lo cual se elabora una ficha de identificación.
“Sin embargo, este procedimiento sería más confiable si se tuviera una huella genética del individuo, lo que permitiría dar mayor certeza a este tipo de investigaciones, en el caso de que se suscite algún tipo de duda durante las averiguaciones”, acotó.
“Un valor médico forense de criminalística y criminológico para este tipo de delincuentes es el ADN; con ello no hay duda de que si coincide la huella genética con los indicios del lugar de los hechos, se puede aseverar que esa persona estuvo en la escena en la que se haya suscitado un acto delictivo”, recalcó.
El médico politécnico indicó que de esta forma el sistema penitenciario además de tener ese antecedente, va a tenerlo disponible para todas las instancias de investigación judicial en donde se requiera esta huella genética, a fin de determinar si la persona es reincidente.
“El objetivo principal -dijo- es tener la identidad genética de todos los que han infringido las leyes, para que en un futuro la persecución y captura por parte de la policía sea eficaz y eficiente, y también en los que están dentro de los reclusorios, como delincuentes que son por primera vez recluidos; sería excelente contar con la huella genética”.
El funcionario del IPN mencionó que en el caso de que un asesino, violador, asaltante o secuestrador quiera cambiar su personalidad para no ser detectado mediante algún cambio de apariencia física como cirugías plásticas u otro tipo de argucia, la huella genética no dejaría ninguna duda que se trata del delincuente.
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