Un incendio forestal no sólo afecta a los árboles, sino a todos los ecosistemas que se reproducen en un bosque, desde aves, mamíferos, insectos y flora, que pueden tardar hasta 20 años en recuperarse, advirtió el Maestro en Ciencias Gonzalo Yanes Gómez, profesor investigador de la Escuela de Biología de la BUAP.
Al comentar sobre la perspectiva de una temporada de calor más intensa en 2008 y el consecuente incremento en los incendios forestales, el Académico indicó que un bosque tienen la capacidad de recuperarse por sí mismo, sólo si el suelo no fue muy perjudicado por las llamas y no sufre erosión, ya que de lo contrario será necesario todo un proceso de remediación, que puede ser muy complicado dependiendo del daño.
“El efecto que un incendio tiene sobre la fauna depende mucho de la movilidad que tengan las especies, porque si son aves o algunos mamíferos grandes que se pueden mover fácilmente no hay tanto perjuicio, lo que no sucede con especies pequeñas que no tienen una área de actividad grande”, manifestó.
Yanes Gómez, quien continuamente recorre los bosques para llevar a cabo sus investigaciones, explicó que hay diferentes tipos de incendios: los subterráneos, que no se ven, pero que destruyen todo el microsistema que hay en el suelo, incluyendo las raíces de los árboles, generando un gran daño.
Por otra parte están los incendios superficiales, que arrasan el estrato herbáceo, los árboles jóvenes y la flora que encuentran a su paso, son los que más se producen y los más visibles por la cantidad de humo que generan.
“Los más devastadores son los incendios de copa, ya que queman el árbol y con ello todo el ecosistema que en su entorno existe, como aves pequeñas que se encuentran en los nidos y no puede volar o los pequeños mamíferos, insectos y flora que sobreviven en su entorno”, dijo.
Al hablar de las causas que provocan los incendios, el profesor investigador de la Escuela de Biología, informó que son de tres tipos: accidental: cuando no se apaga bien una fogata o cuando se arroja una colilla de cigarro; intencional donde intervienen sobre todo los ganaderos que queman los pastizales para que rebrote la hierba tierna que se convierte en alimento para su ganado, o de agricultores, que queman los restos de la cosecha anterior.
En estos casos, para evitar daños en los bosques, la Comisión Nacional Forestal tiene una normatividad bajo la cual se tiene que trabajar para evitar que el fuego se extienda y se dañen los bosques.
Otros incendios pueden ser provocados por la naturaleza como es el hecho de que caiga un rayo o una gota de rocío actúe como lupa.
El Investigador recomendó cuidar las zonas forestales, que son un elemento fundamental para mantener el clima, mantener los niveles de agua subterránea y evitar la erosión del suelo.
Créditos: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (www.buap.mx)
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