martes, 18 de marzo de 2008

EN LOS SECTORES SECUNDARIO Y TERCIARIO SE UBICAN LAS MUJERES TRABAJADORAS



  • La especialista de la Facultad de Psicología de la UNAM, Silvia Vite San Pedro, dijo que todavía hay mucho que hacer para obtener igualdad en ingreso y en jerarquía
  • Menos del diez por ciento ocupa puestos de alto nivel jerárquico, con posiciones de poder en la toma de decisiones y sueldos holgados, aseguró
  • En la PEA del país, las mujeres representan el 40.7 por ciento, es decir, más de 16 millones de personas

Pese a la mayor participación de la mujer en la Población Económicamente Activa (PEA) de México, este grupo se encuentra en su mayoría en los sectores secundario y terciario, dedicado a labores de servicios y comercio, afirmó la especialista de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Silvia Vite San Pedro.

Menos del diez por ciento de las mujeres que trabajan ocupan puestos de alto nivel jerárquico, con posiciones de poder en la toma de decisiones y sueldos holgados, y se ubican en gran parte como ejecutivas en empresas privadas, aseguró.

De acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres, en la PEA del país las mujeres representan el 40.7 por ciento, es decir, más de 16 millones de personas.

De este núcleo laboral, precisa el organismo, aproximadamente el tres por ciento llega a puestos directivos en empresas o instituciones públicas y perciben entre el ocho y el 30 por ciento menos en salario promedio que los hombres en el mismo cargo y responsabilidad.

Vite San Pedro consideró que para las mujeres trabajadoras “las cosas están cambiando, pero todavía hay mucho que hacer para obtener igualdad en ingreso y en puestos. Hay un desbalance laboral, porque el hombre no está acostumbrado a que la mujer esté por encima de él”.

Pocos años atrás, recordó, la situación era drástica, “antes era una por cada cuatro hombres, pero ahora es a la par. La participación de la mujer se ha incrementado, casi al parejo”.

No obstante, reconoció que ellas se encuentran, en su gran mayoría, en el sector secundario y terciario “en ventas, escuelas y hospitales, pocas en posiciones de poder, como ejecutivas en empresas, pero el resto de los niveles superiores sigue en manos de los hombres”.

La psicóloga explicó que cuando una de ellas incursiona en el mercado laboral y crece, se enfrenta al llamado techo de cristal, una capa superior que le impide subir, y también al piso pegajoso, que la detiene; los estereotipos dificultan el ascenso.

Sumado a la batalla por la obtención de puestos y reconocimientos, dijo, están las responsabilidades domésticas y el miedo al éxito.

Sin embargo, admitió que cuando se superan dichas trabas, en muchas ocasiones “las mujeres se hacen como hombres, se masculinizan y presentan conductas varoniles para desempeñarse en los ambientes laborales, porque se tienen que proteger.

Tras exponer que en los niveles jerárquicos se tiende a copiar actitudes varoniles para ser aceptadas sin mostrarse tal cual son, aclaró que el equilibro laboral entre los sexos tampoco se ha logrado en los países desarrollado.

Por ello, se pronunció por un cambio en las madres y en las educadoras, para preparar a las mujeres en la meta de ocupar los puestos de poder, al proveerlas de márgenes de seguridad en sí mismas y orientarlas para que incursionen en carreras y profesiones consideradas poco femeninas.

“Faltan muchas presidentas y ya hay modelos a seguir”. Se buscan ambientes laborales “más equitativos, más homogéneos, con una conjugación de los géneros que permita mostrarse tal cual son”, concluyó.

Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)

No hay comentarios: