jueves, 18 de octubre de 2007

RLA: UN NOBEL ALTERNATIVO, MÁS CRÍTICO, MÁS COMBATIVO Y MÁS ARRIESGADO


El Nobel premia a un político que no firmó el Protocolo de Kyoto, el RLA a un activista contra las armas. El Nobel es el galardon mediático, el RLA el desconocido. El primero, cada vez más cuestionado, el otro cada día más reconocido.

Aida Sánchez/ Redacción/Canalsolidario.org (19/10/2007)
“Profetas de un mundo más justo”. Así se conoce a los ganadores del Right Livelihood Award o Premio Nobel Alternativo, que cada año, desde su creación en 1980, se entrega a aquellas personas que "trabajan en la búsqueda y aplicación de soluciones para los cambios más urgentes que necesita el mundo actual”. Esta semana se han hecho públicos sus nombres y sus proyectos “para hacer de la Tierra un lugar más social, justo y pacífico”.

Hace ya 27 años que el escritor sueco Jacob von Uexkull decidió crear estos premios tras ser testigo de la pobreza y las condiciones de vida en los países del Sur durante sus múltiples viajes. Propuso a la Academia Sueca crear un Premio Nobel para Ecología y Desarrollo Humano, pero ante la negativa de los académicos, decidió él mismo tomar la iniciativa. Así nació el Right Livelihood Award (RLA).

Para von Uexkull, el Premio Nobel Tradicional “ignora mucho acerca de trabajos y conocimientos vitales para nuestro mundo y nuestro futuro”. Además, parece haberse centrado en los últimos años en el progreso tecnológico, “un progreso” que, según von Uexkull, “por sí solo no puede salvarnos”.

Así, aunque en ocasiones se den coincidencias entre los dos premios y se compartan galardonados, (Wangari Maathai recibió el RLA 20 años antes de que la Academia Sueca se decidiese concederle el suyo), las personalidades que reciben cada reconocimiento suelen ser diferentes. El idealismo parece ser el denominador común de los premiados con el RLA y la polémica suele envolver las designaciones de los elegidos por la Academia sueca. Lo ocurrido este año es un claro ejemplo de esto. Ya se conocen los premiados en ambas instituciones.

La polémica ha acompañado a varias de las candidaturas de los Nobel tradicionales. La designación de Al Gore, como Premio Nobel de la Paz ha puesto en pie de guerra a buena parte de los movimientos ecologistas y a un buen número de bloggers.

’Ecologista de salón’

Frente a los que consideran que la popularidad del galardonado contribuye “a difundir la conciencia del peligro del cambio climático”, bloggers de prestigio como Javier Ortiz recuerdan que este galardón ya recayó en el pasado en personalidades como Anwar el-Sadat o Kissinger y afirma que un político como Gore, que se negó en su día a firmar el Protocolo de Kyoto “no debería en ningún caso recibir reconocimiento universal como defensor de la causa que él mismo boicoteó”. Ortiz también menciona la defensa de Gore a las terribles fumigaciones masivas del Plan Colombia.

“Cuando Gore habla del medio ambiente, siempre insiste en “la responsabilidad de todos, difuminando quiénes son los grandes agentes contaminantes y quiénes no tienen ni para contaminar”, añade el periodista autor del blog ‘Apuntes del Natural’.

“El actual Nobel de la Paz era el segundo de Bill Clinton cuando Estados Unidos bombardeo en Sudán -un supuesto arsenal de armas químicas que resultó ser una fábrica de medicinas-. Con Al Gore como vicepresidente, Estados Unidos puso en marcha operaciones militares en Haití, Somalia, Afganistán, Yugoslavia, Irak…”, leemos en ‘Escolar’.

Organizaciones medioambientales como Ecologistas en Acción también han mostrado su rechazo a la elección del premiado. "Es un recién llegado al campo del cambio climático y hay otras muchas personas y expertos que llevan trabajando desde mucho tiempo antes que él en esta materia”, explican. Además, continúan los portavoces de la ONG "no podemos olvidar los antecedentes de Al Gore como vicepresidente de Estados Unidos, donde no nos parece que tuviera un papel destacable como para recibir el Nobel de la Paz”.

La concesión del Nobel de Economía a Leonid Hurwicz, Eric S.Maskin y Roger B.Myerson también ha recibido críticas de buena parte de la sociedad. Se acusa a los matemáticos de ser “expertos en exprimir mercados” y aportar muy poco a la realidad social de las personas.

Activismo y compromiso real

Con mucho más consenso se ha recibido el listado de premiados de los RLA. El abanico de activistas galardonados abarca campos muy diversos que van desde la defensa de los derechos humanos a la tutela del medioambiente.

“Queremos premiar a los activistas en los que ponemos nuestra esperanza, a los que gracias a su labor dentro de 25 años, viviremos en un escenario sea menos desesperado”, explica el fundador de los RLA. Erradicar las armas nucleares, trabajar en la pacificación de una de las zonas más violentas de la Tierra o desarrollar tecnologías para cambiar las expectativas de vida de una de las comunidades más oprimidas del mundo son objetivos, sin duda, ambiciosos, pero que salen adelante gracias a la labor de personas como los premiados.

Así, Christopher Weeramantry, prestigioso juez de Sri Lanka, recibe el galardón por “una vida dedicada al trabajo por la expansión y la promoción de la legalidad internacional y a la lucha contra las armas nucleares”. Dekha Ibrahim Abdi, activista por los derechos humanos de Kenya, recibe el premio por su compromiso efectivo por la paz en algunos de los países en conflicto más divididos del mundo. El matrimonio de cietíficos Schmeiser viajará desde Canadá hasta Suecia para recibir el RLA en reconocimiento por su trabajo a favor del cuidado de la biodiversidad y la compañía Grameen Shakti ha sido premiada por su esfuerzo para “llevar luz y electricidad a cientos de aldeas de Bangladesh, lo que ha promovido la salud y la educación para miles de habitantes de zonas empobrecidas”.

Más diferencias

Tanto Al Gore como los demás premiados en esta edición de los Nobel recibirán una medalla de oro y 1,1 millones de euros, en la ceremonia que se celebrará el próximo 10 de diciembre en Estocolmo, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.

El importe de los premios RLA ascienda a 220.000 euros y la dotación debe utilizarse íntegramente para financiar actividades o proyectos de interés público y no para finalidades personales. “El Premio Nobel Alternativo no se mide en metálico, sino en visibilidad. Los galardonados se dan a conocer a las opiniones públicas y sus proyectos reciben así un buen espaldarazo”, explica von Uexkull.

De hecho, gracias a este galardón, por ejemplo, Martin Almada, defensor uruguayo de los derechos humanos premiado en 2002 consiguió alzar su voz e impedir que el ex dictador Alfredo Stroessner volviera a entrar a su país.

La ceremonia de entrega de los RLA también se celebra en diciembre y ha sabido ganarse el reconociendo internacional, hasta convertirse, según el Foro de Desarrollo de Naciones Unidas, en uno de los premios mundiales de más prestigio.

Tomado de: Canalsolidario.org

Visita:

No hay comentarios: