· Como parte de los festejos por el 15 aniversario del Museo de las Ciencias
· Son ocho secciones temáticas con diversos instrumentos interactivos, para reflexionar sobre el desarrollo de las especies: Julia Tagüeña, titular de la DGCS
· Casi nueve millones de visitantes se han dado cita en este sitio de encuentro con la ciencia y la tecnología
Como parte de los festejos por sus primeros 15 años de vida, el Museo de las Ciencias Universum de la UNAM inauguró la sala Evolución, vida y tiempo, espacio dedicado a la evolución de las especies.
En la ceremonia –cuya puesta en marcha corrió a cargo de Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional, quien estuvo acompañada de Mari Carmen Serra, coordinadora de Humanidades–, Julia Tagüeña, titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGCS), aseguró que la labor de los divulgadores es fomentar la cultura científica y tecnológica de la sociedad, y transmitir no sólo información, sino cómo se produce el conocimiento y cómo se elabora una teoría.
“Hemos querido señalar al público, y en especial a los niños, que la evolución es un hecho comprobable, especialmente cuando surgen oleadas que parecieran ponerlo en duda, con las consecuencias de intolerancia y fanatismo que la falta de crítica conlleva”, dijo.
La exposición, describió la directora, cuenta con simulaciones y algunas piezas originales. Entre ellas, resalta un hacha prehistórica, de más de 200 mil años de antigüedad, donada a Universum por los investigadores Luis de la Peña y Ana María Cetto.
La Sala cuenta, entre otros equipos y aditamentos, con una rocola de preguntas, donde un grupo de destacados científicos universitarios expertos en el tema, responden a los cuestionamientos, agregó.
Se trata de ocho secciones temáticas con diversos instrumentos interactivos, diseñados para mostrar una serie de ideas que permitan a los asistentes reflexionar sobre las diversas formas de vida, cómo han cambiado, cómo se generan y heredan esas transformaciones, cómo están relacionados los seres vivos, por qué hay especies que se extinguen, entre otros aspectos, especificó.
Al comparar su brazo con las extremidades de una ballena, un perro o murciélago, el visitante podrá comprobar que los mamíferos tenemos un ancestro común. Asimismo, se podrá contrastar con homínidos de tamaño real o “viajar” en una balsa y recorrer el camino que llevó a Charles Darwin a desarrollar sus ideas, lo mismo que tocar fósiles de animales y plantas ya extintos, puntualizó.
En la creación de la Sala se recibió apoyo de instancias universitarias como el Museo de Geología, y los institutos de Geología, Biología y Ecología, junto con la Facultad de Ciencias. Asimismo, de la Sociedad de Desarrollo Sustentable Montes Azules, añadió.
Su inauguración, refirió Julia Tagüeña, es parte del proyecto de renovación del Museo, que este año cumple 15 años de ser sitio de encuentro con la ciencia y la tecnología para casi nueve millones de visitantes. Poco a poco se están remozando los espacios y ahora tocó el turno de lo que en el pasado fue la sala Una balsa en el tiempo.
Informó que en ese recinto se han implementado todas las reglas de seguridad, en las cuales se incluye un desfibrilador automático externo para personas con problemas cardiacos. “Somos el primer museo de México y Latinoamérica que tiene este dispositivo”.
Señaló los avances logrados para la accesibilidad de los diferentes públicos. Ejemplo de ello es la sala de Evolución, vida y tiempo, la cual cuenta con cédulas Braille y rampas para sillas de ruedas. Asimismo, reconoció al equipo que trabajó para la creación de la nueva sala.
Tomado de: UNAM
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