viernes, 12 de octubre de 2007

RECONOCEN A INTEGRANTE DE LA UNAM POR APORTES EN INGENIERÍA PARA LA VIVIENDA

· Sergio Alcocer Martínez de Castro, director del Instituto de Ingeniería, recibió el Premio de Ingeniería Estructural en la Vivienda 2007

· Esta distinción, que se entrega por primera vez, es otorgada por la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural

· El investigador se ha dedicado al diseño de construcciones de mampostería y concreto; muchos de sus resultados se han incorporado en la normatividad mexicana

Sergio Alcocer Martínez de Castro, director del Instituto de Ingeniería de la UNAM, recibió el Premio de Ingeniería Estructural en la Vivienda 2007, por sus destacadas contribuciones a la resolución del problema residencial en México.

Dicha distinción, que se entrega por primera vez, es otorgada por la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural, y reconoce la concepción, diseño o construcción de proyectos que incorporen sistemas y materiales novedosos, uso innovador de elementos tradicionales, o métodos constructivos más eficientes que los habituales.

Alcocer Martínez de Castro explicó que su trabajo ha versado sobre el diseño de estructuras de mampostería y concreto para vivienda. Sus estudios, realizados en el propio Instituto, así como en el Centro Nacional de Prevención de Desastres, se han orientado a entender el comportamiento de la mampostería confinada, una de las modalidades que más se emplea en el país, así como de la reforzada, junto con diferentes técnicas de rehabilitación y reparación de las mismas, que hayan sufrido daños a causa de un sismo u otro tipo de eventualidad.

Sus propuestas más recientes se han orientado a generar casas de concreto; también ha buscado “desarrollar metodologías de diseño, tratando de mejorar la práctica de la construcción”, explicó.

Los resultados de la labor de Sergio Alcocer se han incorporado a las normas mexicanas, en métodos de prueba para diferentes tipos de materiales y, en especial, en las reglas de edificación, especialmente las del Distrito Federal, usadas como modelo para el resto del país.

Estas iniciativas se plasman en requisitos específicos dentro de las disposiciones constructivas, y tienen un alto impacto, porque los inmuebles se construyen con base en ellas. “Es satisfactorio el hecho de que una investigación universitaria pase a un reglamento, y que el uso de éste permita contar con viviendas más seguras, especialmente con su incremento en los últimos años. Esto es de un claro beneficio social”, subrayó.

Sergio Alcocer recordó que las residencias son el bien más preciado para todas las familias; en México, a diferencia de otros países, la gente prefiere adquirirlas. “En España o Israel las personas rentan sus casas y sólo 30 por ciento son dueños de ellas”. Aquí es justamente al revés.

La mayor parte de la población compra porque es parte de su patrimonio. De ahí la importancia de que esa propiedad sea segura, que se construya con los mejores materiales, que sea durable, de manera que se asegure, al menos, un ciclo de vida de 50 años, tiempo en el cual deberá seguir siendo funcional, refirió.

Pero también es importante que sea módica, “lo cual no significa de mala calidad”, porque la reducción de costos, manteniendo excelencia y durabilidad, se logra con un uso óptimo de constituyentes, consideró.

En los estudios efectuados, “se han buscado maneras de innovar, de incorporar lo ya conocido para desarrollar un nuevo producto o modalidad constructiva que sea resistente, durable, de calidad y, al mismo tiempo, económica”. Con ello se apoya a los diseñadores y a los constructores sobre cuál es la mejor práctica, precisó el especialista.

Recibir el Premio, consistente en un diploma y una escultura, “es satisfactorio y me llena de mucho orgullo, sobre todo porque es un reconocimiento que si bien se me entrega a mí, es para un grupo de trabajo integrado por alumnos y técnicos del laboratorio que han trabajado conmigo, los colegas con quienes he tenido oportunidad de colaborar, discutir y proponer elementos diferentes, e incluso, para los patrocinadores de los proyectos, como Conacyt e Infonavit, que han aportado los recursos para que se puedan realizar”, expresó.

En especial, destacó el papel de los estudiantes, “quienes han efectuado el trabajo en el laboratorio, construyendo los modelos, ensayándolos, analizando la información, lo cual les da una enorme formación, enriquecedora para la práctica profesional, o bien, para llevar a cabo investigación en esa área”.

La Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural cuenta con un Comité de Premios, presidido por Óscar Gonzáles Cuevas, e integrado por ingenieros del ámbito académico y de la práctica. En específico, para el Premio de Vivienda fungieron como jurado los doctores Roberto Meli y Óscar Hernández Basilio.

El galardón se entregará a partir de ahora cada dos años, en el marco del Simposio de Ingeniería Estructural para la Vivienda, donde se discuten los temas relevantes de ese rubro, como prefabricación, mampostería, diseño acústico y térmico de vivienda, entre otros. La ceremonia de entrega de la primera versión del galardón tuvo lugar en Querétaro.

Tomado de: UNAM


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