¿Le parecen comunes recetas como: “mixiotes de gusanos blancos”, “tlatonileo o paté de chicatanas, es decir hormigas”, o una rica botana de chapulines, acompañada de una picante salsa de hormigas?, no..., pues vaya acostumbrándose porque el consumo de insectos constituye una alternativa nutricional.
Mónica De Olarte, Bióloga de
Durante
Mencionó que este es un alimento abundante, pues existen múltiples especies que pueden ser comestibles, como los chapulines, la libélulas, las chinches, los gusanos, las abejas, las hormigas o incluso las cucarachas, que tienen un sabor agradable.
Agregó que se ha comprobado su alto índice de proteínas, como en el caso de los chapulines, que tienen entre un 70 y hasta 77 por ciento de proteínas, que superan a la carne de res y cerdo.
Informó que
Comentó que su consumo en restaurantes es costoso debido a que consiguen los insectos y los manipulan, por ello un platillo de gusanos de maguey llega a costar en promedio 500 pesos, cuando reunirlos no les cuesta nada y la forma de preparación e ingredientes no es gravosa, más bien su precio se debe a que se le cataloga como comida exótica.
Abundó que en México, el estado donde se presenta un mayor consumo de insectos, es Oaxaca, pero
Respecto a las cantidades, es decir, cuanto satisface un platillo de insectos en comparación con un trozo de carne, dijo que es más la costumbre de comer en abundancia, no solo lo que te nutre, por lo que al principio costará trabajo pero representa una dieta más equilibrada.
Estudiantes de diferentes niveles educativos en Puebla y el Interior del Estado, asistirán a este tipo de conferencias, así como talleres y visitas guiadas como parte de las actividades de
Tomado de: BUAP
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