miércoles, 2 de enero de 2008

URGE UNA POLÍTICA INDUSTRIAL GENERADORA DE EMPLEO EN EL PAÍS


· Señaló Bernardo Olmedo Carranza, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM
· Para ello es necesario terminar con los monopolios, generar una estrategia de fomento y realizar una reforma educativa a fondo, aseveró
· El mercado de los “productos étnicos” y “de la nostalgia” representa un interesante y enorme atractivo para el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas, dijo

En el país urge una política industrial generadora de empleos que mitigue el éxodo masivo de mexicanos al extranjero, quienes han demostrado ser pieza fundamental en las economías estadounidense y canadiense, afirmó Bernardo Olmedo Carranza, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

Añadió que para lograr la consolidación de la producción nacional es necesario terminar con los monopolios, generar una estrategia de fomento y realizar una reforma educativa a fondo, con el debido fortalecimiento de la universidad pública.

Explicó que la crisis de principios de los ochenta provocó la destrucción de los encadenamientos. A partir de entonces, hay todo un proceso de “desindustrialización”. El reto ahora será restablecer el tejido empresarial para recuperar esos nichos.

“Le llamen o no política industrial, los gobiernos de los países ricos tiene proyectos y programas para alentar tanto la manufactura como el sector empresarial pequeño y mediano. Eso es fundamental. Es la columna vertebral de sus economías y no se acaba de entender”, comentó el especialista.

Se están exportando ilegalmente mexicanos de gran valor, además se tiene una gran concentración y centralización de las empresas y recursos, uno de los graves problemas de las naciones pobres, advirtió Bernardo Olmedo.

En ese sentido, sostuvo que la industria manufacturera se ubica fundamentalmente en el Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León y se han ido agregando ciudades, sobre todo en donde la inversión extranjera es directa, como en Aguascalientes, con la industria automotriz.

Por otro lado, expuso que el nicho de los llamados “productos étnicos” y de la “nostalgia” representa un interesante y enorme atractivo para el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas, un rubro rezagado en América Latina y el Caribe.

Entre los primeros destacan los alimentos y bebidas, muebles y artesanías, vestuario y música, e incluso detergentes y jabones propios de la identidad de un país; mientras que los denominados “nostálgicos” están integrados por bienes y servicios que forman parte de los hábitos de consumo, cultura y tradición de los diferentes pueblos y naciones migrantes, quienes por esa situación extrañan estos artículos, los cuales son difíciles de obtener en los nuevos territorios donde se asientan.

Sobre todo, agregó, frente a la creciente brecha entre el desempeño económico de esta actividad y el de las grandes firmas nacionales y transnacionales, ello particularmente de cara a la posibilidad de generar oportunidades en los mercados internacionales, particularmente de Estados Unidos y Canadá.

En este marco, el economista universitario –con estudios de doctorado en sociología– demandó incentivar la producción y exportación de mercancías y servicios que forman parte de la cultura nacional o de las identidades regionales y locales, que en el país se pierden por efectos de la migración.
Fuente: Universidad Nacional Autónoma de México (Boletín UNAM-DGCS-001)

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