La resistencia de bacterias causantes de diversas enfermedades de las vías respiratorias, es cada vez más frecuente entre la población mexicana y por ello es necesario que las personas concluyan sus tratamientos y consuman las dosis adecuadas de antibióticos preescritos, a fin de eliminar los microorganismos que provocan las infecciones, aseguró Celso Pérez Rostro, especialista en microbiología e infectología de
El científico politécnico explicó que cuando se diagnostica una enfermedad infecciosa por bacterias y se prescribe un antibiótico para combatir al microorganismo, es indispensable que se respeten las dosis y el tiempo de administración, con el propósito de evitar concentraciones subbactericidas (inferiores a las requeridas para eliminar al microorganismo), lo cual sólo provocaría una recuperación transitoria de la salud.
“Los antibióticos no eliminan las bacterias en su totalidad, pero cuando se administran adecuadamente eliminan la mayor cantidad de ellas y el aparato inmunológico se encarga de combatir las que no se pudieron destruir, pero cuando se administran concentraciones del antibiótico menores a las requeridas para combatir la infección, el sistema inmunológico no puede eliminar los microorganismos, lo cual genera recaídas y favorece la resistencia de las bacterias a los antibióticos”, advirtió.
Pérez Rostro hizo hincapié en el peligro que representa la automedicación, ya que por desconocimiento se emplean antibióticos en forma errónea y en ocasiones se generan problemas de salud mayores, toda vez que las afecciones se agravan o se generan resistencias bacterianas.
“Lo más recomendable es acudir al médico ante la presencia de cualquier malestar, ya que él determinará si se trata de un resfriado común, influenza o alguna afección en las vías respiratorias altas (faringe, senos paranasales) o bajas (del glotis hacia abajo: laringe, traquea, bronquios) y el tratamiento más adecuado para cada afección”, dijo.
El especialista del IPN se pronunció por prohibir la venta indiscriminada de antibióticos sin receta médica, a fin de contribuir a reducir la automedicación y el uso de este tipo de sustancias sin prescripción de un profesional de la salud. “Esto en determinado momento también incide en la generación de cepas microbianas resistentes”, acotó.
Comentó que para administrar un tratamiento se deben tomar en cuenta distintos factores como el tipo de afección, si se trata de una enfermedad crónica o de una persona que es susceptible al frío por su constitución genética, y que su organismo reacciona al ambiente sin que necesariamente se trate de una infección, por lo que el manejo de fondo no va a ser el mismo para todos los pacientes.
Pérez Rostro dijo que el problema de las resistencias bacterianas se presenta a nivel mundial y señaló que el primer antibiótico que salió al mercado en el mundo fue la penicilina G sódica en 1940 y se estima que en 1943, el 90 por ciento de las cepas de la bacteria staphylococcus-aureus era resistente porque se aplicó masivamente.
“Cuando las cepas se van haciendo resistentes es necesario generar nuevos antibióticos; actualmente existen antibióticos de más amplio espectro, esto quiere decir que se atacan los microorganismos gramm negativos y positivos”, apuntó.
El especialista politécnico indicó que cuando una persona se enferma seguido de las vías respiratorias altas, es conveniente que se practique un exudado con antibiograma, a fin de descubrir el microorganismo que causa el problema y recibir el tratamiento específico para eliminar el problema y cuando la afección se presenta en las vías respiratorias bajas es necesario un estudio del esputo.
Destacó la importancia de evitar el hacinamiento en la época invernal y ventilar las habitaciones, a fin de prevenir contagios si es que existen personas enfermas que tengan que convivir en un mismo lugar. Pérez Rostro comentó la importancia de consumir cítricos y vitaminas A y D cuando se presentan enfermedades de las vías respiratorias, toda vez que ante la presencia de procesos infecciosos éstas se consumen en mayor medida y es necesario restituir las reservas.
Finalmente, el especialista en microbiología e infectología del IPN subrayó que por las características de su sistema inmunológico, los niños y personas de la tercera edad son más vulnerables a padecer ese tipo de infecciones, por lo que deben tener especial cuidado en época invernal, evitar cambios bruscos de temperatura y acudir al médico al presentarse los primeros síntomas para recibir tratamiento.
Fuente: Instituto Politécnico Nacional
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