El científico Eduard De la Cruz Burelo -egresado del CINVESTAV-(IPN)- forma parte del grupo de 40 mexicanos que junto con los cerca de 10 mil físicos más destacados de todo el mundo, trabajan en la construcción del Gran Colisionador de Hadrones
Será el laboratorio de física de partículas más grande del mundo; es un acelerador de partículas que se construye en Ginebra, Suiza, que permitirá avanzar sobre la generación de nuevas tecnologías
Es necesario fortalecer los apoyos para la ciencia y la tecnología en México; es muy diferente lo que se vive en las universidades de países desarrollados, donde los organismos de apoyo científico otorgan recursos para concretar investigaciones, explicó el científico tabasqueño
Egresado politécnico forma parte del grupo de 40 mexicanos que junto con cerca de los 10 mil físicos más destacados de todo el mundo, trabajan en la construcción del Gran Colisionador de Hadrones, que permitirá avanzar sobre la generación de nuevas tecnologías y que empezará a funcionar antes de que concluya este año.
El Gran Colisionador de Hadrones (LHC por sus siglas en inglés) será el laboratorio de física de partículas más grande del mundo; es un acelerador y colisionador de partículas que se construye en Ginebra, Suiza.
Entre los principales objetivos que se lograrán con esta tecnología, es encontrar la partícula másica (mecanismo por el cual las partículas tienen masa), conocida como el bosón de Higgs o también conocida como la “Partícula de Dios”, que podría explicar cómo el resto de las partículas elementales ganan la masa que explica la teoría de la relatividad especial (teoría desarrollada por Albert Einstein en 1905). Este laboratorio funcionará a 271 grados Celsius bajo cero y es un proyecto de tamaño inmenso y una labor de ingeniería considerada potencialmente peligrosa.
Al dictar la conferencia magistral “Review de Física de Bariones B” en la Escuela Superior de Física y Matemáticas, el investigador Eduard De la Cruz Burelo -egresado de la maestría y doctorado en física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN y de la licenciatura en Física por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco-, afirmó que el proyecto del Gran Colisionador de Hadrones se inició hace más de 20 años y su costo supera los 4 mil millones de euros.
El Colisionador -explicó- es la máquina central y alrededor de ella se desarrollan diversos experimentos. Subrayó que los experimentos que se harán en el Gran Colisionador de Hadrones, no son para generar nuevas formas de energía, pero sí para crear partículas que serán fundamentales para el desarrollo de nuevas tecnologías. “Hacemos chocar la partículas, unas con otras, y estudiamos qué hay y qué es lo que surge a partir de ellas”, precisó.
En la medida en que hacemos esas colisiones –agregó- se va a descubrir algo nuevo, que quizás dentro de 50 ó 100 años podrá estar al alcance de las personas, para cambiar su estilo o forma de vida. “Tal y como nos ocurre hoy en día, con respecto a las leyes que hace 100 años se investigaban como la electricidad y el magnetismo, que posteriormente dieron origen a los celulares y las computadoras”, comentó.
“Puede ser que haya algo más allá y no lo sabemos todavía, de ahí la importancia de realizar experimentos; lo que es claro, es que en los próximos 20 años la física se va a desarrollar alrededor de los experimentos que se realicen en el Gran Colisionador de Hadrones, en Ginebra, Suiza”, aseguró.
Hizo hincapié en el descubrimiento que realizó en 2007 de una partícula que se llama “barión cascada b”, la cual decían los científicos que debería existir, pero nadie la había visto. “Hice toda una investigación en la Universidad de Oklahoma y la encontré finalmente”, resaltó. Para encontrar esta partícula –explicó- esta Universidad dispuso de 200 equipos de cómputo, los cuales trabajaron de manera ininterrumpida por espacio de cuatro meses.
El científico mexicano –quien realiza estudios de postdoctorado en la Universidad de Michigan-, aseveró que “lo que se invierte en México en ciencia es poco y los recursos se destinan a aquellos proyectos que son más viables científica y económicamente”. “Para los investigadores jóvenes, es difícil que puedan sostener un proyecto de gran envergadura que implique una fuerte inversión, porque primero deben demostrar que realmente sus ideas y trabajo valen la pena como para que el CONACYT otorgue su apoyo”, subrayó.
“Es muy diferente esta situación -sostuvo- con la que se vive en las universidades de países desarrollados, donde los organismos de apoyo científico dicen: No importa, dale el dinero y si falla, ni modo, pero si lo logran accederemos a una mayor cantidad de conocimientos y tecnología; por eso es que ellos tienen más descubrimientos que los que se concretan en México”.
El investigador tabasqueño resaltó que a los mexicanos que van a competir al extranjero, no les queda más que trabajar dos o tres veces más, que lo que otra persona en el extranjero lo hace. “La competencia es buena y además llega un momento en que la gente te reconoce tu trabajo y ya en ese momento creo que es fácil trabajar; obviamente si tu tuvieses los recursos en México, quizás tus investigaciones las harías mucho más rápido o no tendrías que andar compartiendo tus ideas, pero creo que es cuestión de confianza”, apuntó.
Finalmente, Eduard De la Cruz Burelo afirmó que si una persona sabe aprovechar la preparación que se brinda en México, seguramente destacará en todos los niveles. “El problema es que necesitamos hacer un poco más como país en cuestiones de ciencia; una nación que no invierte en ciencia, se rezaga con respecto a los demás”, concluyó.
Créditos: Instituto Politécnico Nacional (www.ipn.mx)Ir a: Sabersinfin.com
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