· El catedrático de la FCPyS de la UNAM, Alejandro Chanona, señaló que la agenda de desarrollo de las naciones debe asumir este fenómeno como un tema de seguridad nacional
· El director de la FCPyS, Fernando Castañeda, inauguró el XXXIII Coloquio Internacional de Primavera, El Planeta Tierra y las Relaciones Internacionales
· Para el 2015, habrá en el mundo más de 60 megaciudades, con una población superior a los cinco millones de habitantes, lo que hace necesario el cuidado de la Tierra, dijo
Las pérdidas económicas ocasionadas por el cambio climático en los últimos años, se calculan en alrededor de 40 mil millones de dólares a nivel mundial, afirmó el catedrático de la Facultad de Ciencias y Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Alejandro Chanona Burguete.
Al participar en la Mesa Redonda Los Grandes Problemas Civilizatorios de la Humanidad, en el marco del XXXIII Coloquio Internacional de Primavera, El Planeta Tierra y las Relaciones Internacionales, mencionó que la agenda de desarrollo de las naciones debe asumir este fenómeno como un tema de seguridad nacional.
Hoy no es sólo un asunto biológico, sino una responsabilidad de los gobiernos y, sobre todo, humana; si una fuerza puede ser hostil a la estabilidad y permanencia del Estado es la contaminación global que actualmente ha provocado grandes costos y que ha cobrado más vidas que muchas guerras, sostuvo.
Al inaugurar el Coloquio, el director de la FCPyS, Fernando Castañeda Sabido, subrayó que para el 2015, en el mundo habrá más de 60 megaciudades, con una población superior a los cinco millones de habitantes, lo que hace necesario el cuidado de la Tierra; procurar que el crecimiento urbano se realice en condiciones seguras.
Para el 2050, comentó, el planeta lo habitarán nueve mil 500 millones de personas aproximadamente, de las que el 90 por ciento estará concentrada en los países subdesarrollados; éstos los que más padecen los severos problemas de sequía, hambruna, contaminación y desnutrición, entre otros.
Actualmente, el orbe se enfrenta a una serie de fenómenos mundiales derivados del propio crecimiento económico, el desarrollo tecnológico, la migración, los conflictos bélicos, el desarrollo y expansión de las megaciudades y el hambre endémica, entre otros, que afectan a los países industrializados y a los emergentes y que se reflejan en la contaminación del agua subterránea, la flora y la fauna, el cambio climático y el deterioro de la salud humana, explicó.
Por su parte, la integrante del Centro de Relaciones Internacionales de esa entidad universitaria, Graciela Arroyo Pichardo, indicó que las alternativas que se vislumbran a mediano plazo son: civilización con convivencia pluricultural, económicamente sostenible y ecuménica, ó civilización con desigualdad, violencia, conflictos, formas de autoritarismo y catástrofes constantes.
En cualquiera de los casos, la política y las relaciones internacionales, tienen una renovada y fundamentada división. Es la civilización del malestar, donde el neoliberalismo y el progreso tecnocientífico llevan al mundo a una etapa pos-humana, refirió.
En la mesa también participaron Fabien Adonon, con el tema Debate en torno al doblamiento de la Tierra; Leopoldo González Aguayo, con Geopolítica y relaciones internacionales: el inicio de las relaciones, y María de los Ángeles Sánchez Noriega, con El símbolo serpentino en grandes civilizaciones: Mesoamérica, China, Grecia.
Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)
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