- Revelaron los participantes en la conferencia Vinculando a la ciencia con la política para mejorar el manejo del agua en México
- El investigador del IGf de la UNAM, Luis Marín, informó que el país tiene 654 acuíferos, de los cuales 112 están sobreexplotados
- Alrededor del 80 por ciento de la cubierta forestal natural de Veracruz ha sido transformada, advirtió el director del Instituto de Ecología de Xalapa, Miguel Equihua
- En México hay dos millones de personas expuestas al arsénico en el agua, sostuvo la especialista del CINVESTAV, Betzabet Quintanilla
La contaminación y la sobreexplotación de los mantos acuíferos, el crecimiento de la población y la disminución de la cantidad de agua por habitante en el país, revelan una situación difícil en materia hídrica en el territorio, reconocieron los participantes en la conferencia Vinculando a la ciencia con la política para mejorar el manejo del agua en México, celebrada en el Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.
En el encuentro, organizado por la Universidad Nacional, la Comisión Fullbright y la Embajada de Estados Unidos en México, el investigador del IGf, Luis Marín Stillman, subrayó que el agua subterránea juega un papel fundamental en la nación; parecería que sobra líquido, pero su distribución no es uniforme ni en tiempo ni en espacio y crea serios problemas.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, México cuenta con 654 acuíferos, de los cuales 112 están sobreexplotados, aunque esa cantidad podría aumentar hasta 150; ello revela grandes riesgos, sobre todo en las zonas áridas.
En el auditorio Tlayolotl del IGf, Marín mencionó que el líquido de la mayoría de los cuerpos de agua superficial no es potable, pues para ello requiere algún tipo de tratamiento; en cuanto a la subterránea, en muchos casos tampoco lo es de manera natural.
Además, el número de habitantes sigue aumentando y cada día hay menos agua disponible por persona; una de las opciones es recurrir a la ciencia para tratar de remediar esta situación.
Las lluvias, comentó Marín, ocurren entre mayo y septiembre, mientras que en el resto del año hay escasez. Si bien se encuentra de manera abundante en el sureste, en particular en Tabasco, las áreas de menor cantidad se ubican en los grandes desarrollos de población e industria, como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
Por otra parte, al hablar del bosque mesófilo, el director del Instituto de Ecología de Xalapa, Miguel Equihua Zamora, advirtió que Veracruz es uno de los estados que más ha modificado su cubierta forestal natural en el país, porque alrededor del 80 por ciento ha sido transformada básicamente en potreros y campos de cultivo.
La destrucción o deforestación de estos hábitats provoca la reducción en el caudal de ríos. “Los mexicanos no han sabido qué hacer con las masas arboladas, porque aproximadamente 40 por ciento del territorio nacional tiene vocación forestal, pero se ha transformado”.
México cuenta con menos del uno por ciento de bosques mesófilos en el mundo. Son áreas ubicadas en las cordilleras montañosas, en donde ocurre la condensación atmosférica; se forman en las zonas de neblina.
Según los especialistas, este tipo de bosques son los ecosistemas con mayor número de especies por metro cuadrado en el territorio, y cuentan con elevados niveles de flujo de agua. De hecho, el programa mexicano de pago por servicios ambientales eroga mayores recursos por los servicios que brindan a este ecosistema, 400 pesos por hectárea al año, contra 300 en otro tipo de entornos.
Por su parte, la experta del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional, Betzabet Quintanilla Vega, advirtió que en el país hay dos millones de personas expuestas al arsénico en el agua, mientras que en la India 50 millones de habitantes sufren la misma situación.
Asimismo, en la zona de Zimapán, Hidalgo, se han detectado serios problemas en este sentido, con indicadores de hasta mil 200 microgramos de ese elemento por litro de agua.
La especialista indicó que el arsénico en el líquido proviene de la emanación de los minerales y del subsuelo, que contamina los acuíferos, y en México cada vez se perforan pozos más profundos, por lo que esta sustancia aparece con mayor frecuencia.
Su exposición puede provocar cáncer de vejiga y de pulmón. También se le relaciona con problemas cardiovasculares e hipertensión, y se asocia como factor de riesgo para el desarrollo de la diabetes tipo dos.
A su vez, la investigadora de la Universidad de Wisconsin, Laura Craig, explicó que la hidrología de Quintana Roo y de la península de Yucatán es diferente a la del resto del país, porque el suelo tiene una alta permeabilidad, no cuenta con ríos ni lagos, el agua dulce es de origen subterráneo, y los acuíferos tienen conductos naturales y fracturas que pueden transportar rápidamente contaminantes hasta el mar y el líquido potable.
Al hablar de los manglares, mencionó que se localizan entre el mar y el terreno más alto, capturando sedimentos de aguas superficiales y subterráneas y contaminantes para proteger el arrecife.
Son sistemas naturales de filtración y tratamiento del agua, pero el desarrollo ha afectado sus patrones hidrológicos, las calles restringen el flujo del líquido, bloquean la conexión al mar y disminuyen el tránsito de los nutrientes, con el que se degrada el ecosistema.
Al inaugurar el encuentro, el subdirector de la Oficina de Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología de la Embajada de Estados Unidos en México, Pedro Gustavo Erviti, consideró que el agua es uno de los recursos más importantes y fundamental para el desarrollo humano.
“Cada vez habrá más retos que enfrentar para acceder a este recurso: la disponibilidad, la distribución, el suministro, la descontaminación y el saneamiento. El conocimiento y la aplicación de la ciencia y la tecnología son, sin duda, las herramientas que permitirán el cuidado y manejo adecuados”, subrayó.
Por último, el oficial a cargo del Programa de becas US Fullbright-García Robles de la Comisión México-Estados Unidos para el Intercambio de Educación y Cultura (COMEXUS), Tim Wright, señaló que ésta es la principal organización dedicada al entendimiento entre ambos países, sobre todo a través de los intercambios educativos.
Esa agrupación administra las becas Fullbright-García Robles, que son financiadas por los dos gobiernos, para mexicanos que van a Estados Unidos y viceversa. Son estancias de investigación, estudios de posgrado, maestría y doctorado, y docencia, y gran parte de la misión de esta Comisión es apoyar a especialistas, profesionistas y estudiantes que desarrollan temas de alta relevancia en la relación bilateral, concluyó.
También se trataron los temas: Prácticas de manejo para revertir el proceso de degradación hidrológica; Mejorando el manejo del agua a través de la ciencia: iniciativas comunitarias, privadas y públicas, y National and Regional Initiatives.
Créditos: Universidad Nacional Autónoma de México (www.unam.mx)
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