martes, 28 de agosto de 2007

DEBE REMONTAR LA MODERNIDAD LA SUSTITUCIÓN DE LO HUMANO














· Aseguró Bolívar Echeverría, coordinador del Seminario sobre la Modernidad, Versiones y Dimensiones de la UNAM
· Dictó la conferencia Claves para la comprensión de la “modernidad americana”, en el marco del Coloquio Internacional La americanización de la modernidad. Descripciones, aproximaciones
· En la inauguración de este encuentro se dieron cita Ambrosio Velasco, Ramón Peralta y José Luis Valdés Ugalde, directores de la FFyL, la FC y el CISAN, respectivamente

La esperanza de una modernidad no capitalista debe remontar la idea de que el ser humano puede ser sustituido y, por tanto, que las formas naturales ya no son necesarias, lo que constituiría una pretensión de naturalizar lo artificial, aseguró Bolívar Echeverría, coordinador del Seminario sobre la Modernidad, Versiones y Dimensiones de la UNAM.

Una descripción de esta idea, añadió durante la conferencia Claves para la comprensión de la “modernidad americana”, es el progresismo, donde la política sobra, pues hay una fobia a la toma de decisiones, y se cree que se puede regir el sistema sin los sujetos.

El especialista intervino en el Coloquio Internacional La americanización de la modernidad, en cuya inauguración estuvieron presentes Ambrosio Velasco, Ramón Peralta y José Luis Valdés Ugalde, directores de las facultades de Filosofía y Letras (FFyL), y de Ciencias (FC), y del Centro de Investigación sobre América del Norte (CISAN), respectivamente.

Ahí, Ambrosio Velasco, director de la FFyL, señaló que el tema de este evento proviene del hecho de que desde el siglo XVIII hasta nuestros días Estados Unidos ha estado presente como sueño y pesadilla. “El progreso y la modernización tienen sus costos: significan la pérdida de importantes valores, entre otras cosas; pero también posibilidades”, como la de un cierto bienestar.

Una pregunta que bien valdría la pena responder, refirió el funcionario universitario, es si se considera valioso este proceso, o más bien qué de meritorio y riesgoso tiene. El hecho es que, sin lugar a dudas, Norteamérica representa mucho, en particular para México, pues le afecta en primerísima instancia.

Al retomar su exposición, Bolívar Echeverría explicó que la anulación de la forma natural y del valor de uso es una imposibilidad, porque el parásito –que es el capital– no puede llegar a la destrucción de su hospedero, su anfitrión: la sociedad natural. Sólo si ésta crece y se conserva puede mantenerse ese otro principio de organización.

“La reproducción de la vida social –dijo el académico de la FFyL– necesita siempre definirse por un diálogo conflictivo con la naturaleza, y es fundamental para la construcción misma de las formas de convivencia y técnicas”.

La modernidad, recordó, es la recomposición de la civilización humana. Su esencia está dada por el paso de una escasez absoluta a otra relativa. Todas las civilizaciones surgieron a partir de la supervivencia del género humano, pero a partir del primer siglo del segundo milenio –debido a los avances de la técnica– se pudo soñar con la abundancia. Así, la innovación en ese sentido será la meta a perseguir.


“Tiene su figura culminante en la modernidad capitalista, y ésta, a su vez, presenta como figura culminante a la modernidad norteamericana”. Se basa entonces en una ilusión. Un ejemplo claro se ve en Irak, “donde el imperio estadounidense cree que efectivamente puede poner y quitar gobiernos, religiones, Estados o formas de democracia a su antojo”, agregó.


Por su parte, José Luis Valdés Ugalde, director del CISAN, destacó que el Seminario es de la más alta importancia e innegablemente el estudio de la misma pasa por el análisis de Estados Unidos, que es parte de lo que investigan en la entidad que encabeza.

La emergencia de la Unión Americana como nación dominante, consideró, se explica entre otras cosas por la cercanía geográfica con los países latinoamericanos, en tanto el desarrollo moderno de estos últimos se entiende a partir de los intereses e influencia que ha logrado tener Norteamérica. Su evolución ha ido a la par y de la mano, aunque a veces asimétricamente.

Más tarde, Ramón Peralta y Fabi, titular de la Facultad de Ciencias, apuntó que la modernidad es parte de quien se es; es discutir en dónde se está y por qué se hace lo que se realiza, y eso en el fondo se lleva a cabo en distintas dependencias, aunque desde diferentes ángulos.

En el Aula Magna Fray Alonso de la Veracruz felicitó a los miembros del Seminario, porque generaron reflexiones que eventualmente permean a través de escritos hacia el resto de la sociedad, a la que todos se deben.

El Coloquio Internacional, donde participó una docena de expertos en diferentes ramas del conocimiento, abordó los siguientes temas: Las poéticas colonizadas de América Latina; De John Wayne a Al Pacino o Cómo aprendí a no preocuparme y amar al cine norteamericano; El Pop Arte y la clausura del arte aurático, y Feminismo y americanización. La hegemonía académica de gender.

Además, La americanización de la ciencia; El psicoanálisis en la así llamada “modernidad”: Estados Unidos; Coetzee: una literatura en el borderline, y ¿Cómo se dice ok en inglés?


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