martes, 13 de marzo de 2007

¡POBRE NIÑO RICO!

En los últimos días el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica está efectuando una gira por Latinoamérica, hoy estará en México. En su recorrido ha desatado una serie de protestas de los más diversos sectores, no es para menos; desde el siglo XIX a la fecha los vecinos del norte se han considerado los guardianes del mundo y han desarrollado una estrategia política de imperio.

Hoy los Estados Unidos están vinculados con la desestabilización de gobiernos que les son contrarios o no actúan acorde a sus intereses, como olvidar que es el país que más daño ecológico está causando al planeta, sin contar que es el paladín en el impulso a la homogeneización de la postmodernidad.
Sin embargo, incurriríamos en una grave falta si no diferenciamos entre el pueblo norteamericano y su gobierno.
El pueblo norteamericano es como cualquier otro, diverso, con sueños, con ambiciones, con lados oscuros y también con bondades.
El pueblo norteamericano no es su gobierno, hoy hay voces en aquel país que no están de acuerdo con las prácticas internacionales inhumanas que están desarrollando sus representantes.
Hoy el pueblo norteamericano vive esclavizado por una serie de distractores que lo están enfermando gravemente, están muriendo de padecimientos ligados al estrés, miedo y sedentarismo.
El pueblo norteamericano es bombardeado día a día por el cine nacionalista, los espectáculos deportivos, los escándalos mediáticos, tan sólo por mencionar algunos.
Nuestra solidaridad con el pueblo norteamericano, porque como reza aquel dicho: ¡Pobre niño rico!

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