Recientemente he tenido la oportunidad de tener un primer encuentro con la obra de Isaac Asimov (1920-1992). Hasta ahora sólo había leído entrevistas y comentarios sobre la obra de este gran investigador y escritor ruso. Este encuentro se efectuó a través de un compendio de cuentos realizado por ediciones Clarín, cuyo título es: El Hombre Bicentenario.
El libro que tengo en mis manos, contiene cuentos como: Necrología, Lenny, Veredicto, Aniversario, Necrológica, Luz Estelar, entre otros.
Según leí hace tiempo, Asimov escribió un libro diario durante varios años, no sé si esto sea cierto, pero precisamente en la Introducción de esta publicación Asimov retoma el asunto y lo describe de la siguiente manera:
"En los primeros volúmenes de mis cuentos completos (éste es el segundo) reúno más de cincuenta relatos, y todavía quedan muchos más para volúmenes futuros.
Debo admitir que incluso a mí me deja un poco atónito. Me pregunto dónde encontré tiempo para escribir tantos cuentos, considerando que también he escrito cientos de libros y miles de ensayos. La respuesta es que me he dedicado a ello durante cincuenta y dos años sin pausa, de modo que todos estos cuentos significan que ya soy una persona de cierta edad."
Quienes disfrutamos escribir seguramente nos hemos preguntado en alguna ocasión: ¿De donde extraen tantas ideas los escritores prolíferos?. Isaac Asimov dice en la Introducción de la publicación aludida:
"Otra pregunta es de dónde saqué las ideas para tantas historias. Me la plantean continuamente.
La respuesta es que, al cabo de medio siglo de elaborar ideas, el proceso se vuelve automático e incontenible...
Lo cierto es que cualquier cosa me hace pensar en un cuento."
Si la capacidad como escritor asiduo de Isaac Asimov es digna de admiración, ésta palidece ante la asombrosa capacidad prospectiva. En sus cuentos Asimov aborda las innovaciones tecnológicas y las mezcla con la búsqueda que representa para la civilización actual y futura, el proceso de humanizarse.
A pesar de los enormes esfuerzos desde todos los ámbitos, aún perdura la visión fragmentada que ubica por un lado las ciencias exactas y por el otro las humanas; postura que sobra decir es causa de gran parte de nuestros males; Asimov las une, las funde y en ese espacio genera la ocasión para compartirnos el mundo de los robots, de la nanotecnología, de los hoyos negros, de la exploración interplanetaria y plantea sus tres famosas leyes de convivencia entre robots y humanos, la búsqueda de la felicidad en un mundo tecnificado... en fin... su mundo está impregnado por las grandes interrogantes que han acompañado al hombre desde que tiene uso de razón: ¿De dónde vengo? ¿Qué hago aquí? ¿Para dónde voy?
Amigo lector, te invito a conocer la obra de Isaac Asimov, seguramente encontrarás escenarios que te harán reflexionar sobre asuntos vigentes y constantes desde el inicio de la humanidad, por mi parte, más adelante estaré compartiendo algunos pensamientos provocados por la lectura del Hombre Bicentenario.
Abel Pérez Rojas
Imagen: Wikipedia